EN ESTA SEMANA, TRAS LA PRESENTACIÓN, HA LLEGADO EL MOMENTO REDONDO. LA GENTE HA EMPEZADO A DECIRME QUE LE HA ENCANTADO MOLOBO, QUE QUÉ CHULADA (DEBE SER QUE ESPERABAN UNA PATA POR SER YO EL AUTOR, COMO SI STEPHEN KING NO HUBIERA TENIDO UNA PRIMERA NOVELA ALGUNA VEZ, Y NO ES QUE ME COMPARE CON ÉL, SOLO ERA UN EJEMPLO). PERO PODÉIS SEGUIR DICIÉNDOLO TODO EL TEIMPO QUE HAGA FALTA ¡¡SABE A GLORIA!!!
Y AHORA OS DEJO CON EL NUEVO CORTE DE "SOMBRAS", QUE TAMBIÉN MERECE UNA OPINIÓN DE VEZ EN CUANDO, EL POBRE. NO HAGÁIS CABREAR A TAJIMA, QUE DA MUY MALA ESPINA, MUAJAJAJA!!!!
HASTA PRONTO...
Susan
se quedó petrificada, mirando a su hija como si la viera por primera vez. La
expresión de Lorraine era de puro terror. Susan dejó el tenedor sobre la fuente
y adoptó un semblante severo.
—¿Se
puede saber qué te pasa? Tampoco es tan grave si le doy un bocado a la tarta
¿no? Ya sé que siempre te digo que es de mala educación empezar a comer antes
de que todo el mundo se siente a la mesa, pero quizás en este caso podríamos
hacer una excepción, si te parece.
Lorraine
no supo qué contestar. Su mente trataba por todos los medios de inventar una
excusa, algo que impidiera que su madre se metiera en la boca… aquello. «No los
ve. Ella solo ve un pastel» pensaba, frenética, mientras buscaba las palabras,
un motivo, una excusa.
—No es eso… es solo que… bueno, yo…
Debes estar cansada, mamá. Siéntate y deja que sea yo quien sirva la mesa, por
favor —Lorraine iba improvisando a medida que trazaba una estrategia para
hacerse con el control de aquella inmundicia que reposaba sobre la encimera—.
¿No te importa, mamá? ¿Me permitirás hacerlo por ti?
Susan era, en ese instante, una de
las personas más desconcertadas sobre la faz de la Tierra. No es que Lorraine
no colaborase en las tareas del hogar, desde pequeña la habían educado para que
lo hiciese. Lo que no terminaba de cuadrar era la sobrerreacción de su hija, el
grito, la expresión de puro miedo. Algo
no iba bien y sabía que si le preguntaba directamente, Lorraine lo negaría
todo. Había salido tan tozuda como ella misma. Pero desde luego iba a averiguar
qué era lo que preocupaba a su hija o dejaría de llamarse Susan Harper.
—Está bien. Si tan importante
resulta para ti, te dejaré hacer de madre y servir la mesa. Adelante. No hay
nada que debas contarme ¿verdad?
Lorraine había recuperado la
compostura de nuevo. La niña asustada había dado paso a la preadolescente de
siempre, segura y sensata.
—No sé a qué te refieres, mamá
—Lorraine fingió una actitud de falsa indignación—. Solo se trata de que quiero
hacerlo yo, pues tú siempre te ocupas de mis cosas, del trabajo, de las tareas
de la casa... Solo quiero ayudar. Nada más.
«Lo que suponía», pensó Susan. Ahora
sí que estaba segura de que su hija ocultaba algo. Se removió en la silla,
inquieta a causa de la incómoda sensación que se le estaba acumulando en el
estómago. Por un momento se hizo evidente ante sus ojos que su niña ya no lo
era tanto. ¿La había subestimado? ¿Tendría algún problema en la escuela y no
había comentado nada para no preocuparla? Su cabeza empezó a girar, barajando
las ideas más peregrinas: chicos, acoso, incluso drogas. Tenía que sonsacarla
como fuese. No podría dormir esa noche con la duda rondando por su cabeza.
Sería mejor seguirle la corriente de momento. Por muy madura que fuese, no
dejaba de ser una niña y ella era una adulta. Al final tendría lo que quería.
—Muy bien, hija. Juguemos a tu
juego. Ya puedes servir unos refrescos y un buen trozo de ese apetitoso pastel
para cada una. Prometo quedarme aquí quietecita.
Lorraine miró a su madre durante un
segundo. Ceder con tanta facilidad no era propio de ella. Se esforzó por
adivinar qué era lo que su madre estaba tramando, pero no se le ocurría nada.
Se dio media vuelta y sacó dos vasos de un armario, un par de servilletas y el
brik de zumo de uva y piña de la nevera. Lo mejor era seguir con el plan.
Después, ya saldría del brete como mejor pudiera.
Las madres siempre intuimos las tramas jajaj
ResponderEliminarA ver cómo sigue esta historia.
Me alegro que Molobo te esté dando alegrías, que sea por mucho tiempo.
Un beso.
Las madres siempre intuimos las tramas jajaj
ResponderEliminarA ver cómo sigue esta historia.
Me alegro que Molobo te esté dando alegrías, que sea por mucho tiempo.
Un beso.
Las madres siempre intuimos las tramas jajaj
ResponderEliminarA ver cómo sigue esta historia.
Me alegro que Molobo te esté dando alegrías, que sea por mucho tiempo.
Un beso.
Las madres siempre intuimos las tramas jajaj
ResponderEliminarA ver cómo sigue esta historia.
Me alegro que Molobo te esté dando alegrías, que sea por mucho tiempo.
Un beso.
Hola Kary!!!!! Me temo que esta madre aún ha de llevarse alguna sorpresa, muajajajá!!!!
EliminarBesos
bien, por los gusanos!!!
ResponderEliminarYa habrá que despedirse de ellos ¿no os parece? Hay otras cosas esperando... ahí fuera (buhhhhh)
ResponderEliminarAbrazos.