viernes, 6 de abril de 2012

LA BESTIA (IV)

BUEN VIERNES DE DOLORES

A PESAR DE LAS MINIVACACIONES (BENDITAS SEAN), NO PODÍA PERMITIRME FALTAR A NUESTRO ENCUENTRO SEMANAL CON LA BESTIA. A VER QUÉ OS PARECE CÓMO VA TRANSCURRIENDO LA COSA.

CUIDADO CON EL VIERNES QUE VIENE, ¡¡ES VIERNES 13!! IDEAL PARA LOS AMANTES DEL TERROR SANGRIENTO.

HASTA PRONTO

Bordeando las traicioneras y pestilentes aguas, que emanaban gases irrespirables, avanzaban a través del pantano. La luna llena, enorme en el cielo claro, iluminabas sus pasos.
            - ¿Dónde se supone que vamos?
            - En poco tiempo lo sabrás paciencia. Acostúmbrate al arma. Puede hacerte falta en cualquier momento. No te fíes.
            Tiago desenvainó la espada que colgaba de su cinto. Iba ataviado al modo medieval. La espada no parecía pesar. Sorprendentemente, estaba en lllamas, pero no emitía ningún calor.
            - Es el fuego purificador –aclaró Romeo-. Únicamente abrasa la maldad. Te será especialmente útil contra enemigos inteligentes, cuando lleguemos al castillo lo comprenderás. Para seres naturales, usa mejor la ballesta. A medida que vayas venciendo adversarios, podrás optar por otras armas. Como mi arco de flechas explosivas. No falla nunca –lo esgrimió en alto como para reforzar su valía.
            - ¿Es allí donde nos dirigimos? ¿Al castillo?
            - Después. Primero tenemos que visitar a una persona.
            - ¿Qué persona? Me niego a dar un paso más si no me lo explicas.
            - No hace falta que des ni un solo paso. Es ahí.
            Ante ellos se alzaba una construcción que es sus tiempos debió ser magnífica, de piedra ahora deslucida y llena de musgo. La vegetación había ido ganando terreno sobre los muros y el tejado, propiciando un aspecto más bien ruinoso. Un cartel de madera medio descolgado decía: “ORÁCULO”.
            - ¿Tenemos que entrar ahí? ¿Es necesario?
            - Antes de adentrarte en las mazmorras del castillo, la hechicera debe estudiar tus designios. Puede que te dé alguna pista que luego te sea útil. En la versión real del juego, no he llegado mucho más allá. Por cierto, te sorprenderás cuando entres.
            - ¿En serio? A mí me parece una simple pocilga. Por cierto, ¿qué es esa especie de pantalla brillante y multicolor que hay al lado de la ventana?
            - Es un puerta de salida. Para volver, simplemente posas la mano sobre ella y al instante aparecerás de nuevo fuera del juego. Si lo ves  mal, úsala. Si mueres dentro del juego, no volverás. ¿no te lo había dicho?
            - No que yo recuerde –dijo Tiago, muy serio-. Y yo diría que se trata de un detalle de suma importancia.
            - Siempre puedes echarte atrás. Ahí mismo tienes la salida.
            - Ni lo sueñes. Eso sería ponértelo demasiado fácil. Vamos allá –empujó la puerta del oráculo y entró de sopetón.
            Dentro, todo estaba en penumbra. Al fondo de la estancia, sentada tras una mesa iluminada únicamente por un par de velas casi consumidas, había una anciana. Su rostro estaba en la oscuridad, no se podía distinguir bien. Un voz cavernosa, áspera, brotó de su garganta.
            - Pasad y sentaos. Os estaba esperando.
            Romeo cerró la puerta tras de sí, y todos quedaron envueltos en una atmósfera pesada, irrespirable. El olor a moho era muy intenso, y por debajo se adivinaba otro olor que Tiago no identificó. Era indescriptible. Romero le empujó hacia la mesa.
            - No temas. No muerde.
            Ambos se acomodaron en un par de taburetes que hallaron cerca de la mesa. La anciana se echó hacia adelante, dejando ver su rostro.
            - ¡Pero… tú… eres…Bea! –exclamó Tiago, estupefacto.
            Efectivamente, la anciana era la versión futura de Bea, vieja y reseca.

2 comentarios:

  1. Nos has dejado a las puertas del castillo.
    ¿Sabes que mucha gente cree en los oráculos???. No se como lo hacen, pero si conoces a alguien para hablar de ello, puedes escribir algún capítulo sobre ello aprovechando que lo has introducido en la novela.
    A mí me gusta mucho lo que escribes.
    Un abrazo.

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  2. Conozco a una mujer que echa las cartas y hace filtros de amor y esas cosas, pero sinceramente, no me parece que sea muy profesional. Para mí que es más fiable leerlo en internet, je,je...
    La magia más impresionante que yo he presenciado es llevar una castaña (de castaño de Indias, no de las que se comen) en el bolsillo y no te duele la cabeza. En contra de mis principios, he de reconocer que es cierto. Antes me dolía la cabeza tres veces por semana y ahora me duele una vez al mes, más o menos. Increíble.
    Gracias por todo.
    Un abrazo

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