viernes, 29 de junio de 2012

JACK VUELVE (V)

   HOLA A TODOS!!

   ESTE VIERNES, TEMPRANO PARA ESQUIVAR EL ASFIXIANTE CALOR QUE NOS INVADE Y NO NOS DEJA NI PENSAR, OS TRAIGO UN NUEVO CORTE DE "JACK VUELVE". ESCRITO EN MEDIO DE UNA MAR DE SUDOR, ES UN POCO MÁS LARGO DE LO HABITUAL, PERO NO PODÍA DEJAR LA ESCENA A MEDIAS, ASÍ QUE AHÍ LO TENÉIS, COMPLETO.

   QUE LO DISFRUTÉIS

- Espera un poco más antes de marcharte, nena. Aún no he tenido bastante de ti.
- No puedo, y tú lo sabes bien –contestó ella abotonándose la blusa con premura, mientras él deslizaba los labios por su cuello-. He de estar pronto en casa o me caerá una buena reprimenda. Y además mañana tengo que madrugar para ir a trabajar. La señorita está enferma y he de ocuparme de ella además de arreglar la casa. Si hiciéramos formal lo nuestro no tendríamos que vernos a hurtadillas en el trastero de un restaurante barato.
- Eso es absolutamente imposible a fecha de hoy, mi amor. Mis padres no lo aceptarían tan fácilmente. Me desheredarían al instante. Ya lo hemos hablado y necesito tiempo para ir presentando la situación poco a poco, pero te prometo que un día seremos él uno para el otro y podremos casarnos –mintió él.
Daisy le miró muy seria. Una parte de ella sabía la verdad, sabía que era un error haberse enamorado del joven heredero de una familia millonaria. Las novelas románticas siempre acaban bien, el príncipe se casa con la sirvienta y son felices para siempre. Pero la realidad era bien distinta. La familia de él jamás permitiría que su hijo se casara con una simple doncella, por mucho que trabajara para los Thornton, igualmente ricos y reconocidos en sociedad. Con tristeza, una vez más, sus ilusiones se estrellaron contra el duro suelo de la vida diaria. Ella no era más que una aventura sin importancia, y él acabaría casándose con alguna rica damisela elegida por conveniencia social, aunque no la amase. Daisy sólo tenía dos opciones por delante: conformarse con ser “la otra” o romper el huevo y dedicarse a buscar alguien a su alcance, salir de esa fantasía envenenada de una vez por todas.
Resuelta, se dijo a sí misma que siempre estaría a tiempo de elegir por una u otra vía. Terminó de acomodarse la ropa y se apartó de él un poco bruscamente.
- Muy bien, Percy. Tengo que marcharme. Ya sé que no podemos salir juntos de aquí. Lo haré por la puerta que da al callejón y tú por la puerta delantera, como de costumbre– no pudo evitar el reproche en su voz al pronunciar las últimas palabras.
- Ya te he dicho que por ahora no…
- Déjalo –ella levantó una mano, interrumpiendo la frase de él-. Soy perfectamente consciente de quién soy y del lugar que ocupo en el mundo. Hasta pronto, cariño.
Lord Percy se ajustó la chaqueta y se arregló el nudo de la pajarita, incómodo por la tensa situación que se había creado entre los dos. La verdad es que la quería, pero jamás podría hacerla su mujer. Simplemente había que respetar las reglas, él no las había hecho pero no estaba dispuesto a renunciar a todo el lujo y la comodidad de los que siempre había disfrutado por una locura. Los hombres de su clase no se casaban por amor, este se buscaba fuera del matrimonio si era preciso, con el tiempo quizás podría mantener a Daisy discretamente en un apartamento donde podrían verse tan a menudo como quisieran sin tener que pedir favores a sus amigos para que le cubrieran las espaldas.
- De acuerdo, pues. Te quiero –dijo, besándola en los labios suavemente.
Ella correspondió al beso.
- Espero tu mensaje, como siempre.
Salió por la puerta trasera al oscuro callejón. El acre olor de la basura, de los orines y de los vómitos le hizo arrugar la nariz momentáneamente. Pasado el primer momento, se repuso del miasma que flotaba en la calleja y apresuró el paso.
En la penumbra no vio que no estaba sola. Sin mediar palabra, se sintió empujada hacia la pared, presionada por el peso de un cuerpo contra el suyo. Una mano enguantada le tapó la boca y casi la nariz, apenas podía respirar. Intentó zafarse, pero fue inútil, la sujetaban con una fuerza muy superior a la suya.
Al abrir los ojos, la sorpresa la dejó paralizada. La mirada que había frente a la suya estaba llena de maldad y de un odio cerval que la hizo estremecerse.
- ¡Ssshhhhh! Ni te muevas, gatita. Si te portas bien, quizás vivas para ver un nuevo amanecer –el aliento que penetró hasta los pulmones de Daisy era fétido, insoportable.
Un destello plateado cruzó la oscuridad del callejón. La afilada hoja permanecía a escasos centímetros de su nariz. Nuevamente pataleó y empujó, en vano.
- Vaya, la gatita tiene ganas de jugar –la voz sonó áspera, desagradable-. Bien, juguemos entonces.
La mano que sostenía el cuchillo bajó y se movió, con fuerza, hacia adelante. Una estela roja cubrió el vestido de Daisy, que resistió apenas durante unos segundos más. Después sus brazos cayeron, laxos, a los lados de su cuerpo. La mano se retiró de su boca, y entonces comenzó el ritual.

viernes, 22 de junio de 2012

JACK VUELVE (IV)

   BUENAS TARDES

   ESTA SEMANA HE MODIFICADO EL MENÚ SUPERIOR DEL BLOG PARA HACER SITIO A LAS PUBLICACIONES QUE VAYAN SURGIENDO, Y TAMBIÉN HE AÑADIDO LOS ÚLTIMOS MICRORRELATOS PRESENTADOS Y COLGADOS EN VARIOS CONCURSOS PARA NO TENER QUE PONER LOS ENLACES CONTINUAMENTE, ESTÁN EN LA PESTAÑA "RELATOS CORTOS".

   AHORA OS DEJO CON "JACK VUELVE"

   HASTA PRONTO

Cuando salió a la calle, el bullicio de coches y gente le hizo detenerse unos segundos.  Una vez recompuesta, siguió su camino apretando el paso. Estaba impaciente por llegar a casa de su amiga para refrescarse, una especie de desasosiego inexplicable se apoderaba de ella más y más a cada instante. Cuando cruzó por delante de un estrecho y oscuro callejón, sintió un pálpito que frenó en seco su marcha.
Un olor nauseabundo emanaba del angosto pasadizo. Olía a basura y podredumbre, a orines y sudor rancios. Faith sabía que esos lugares servían de cobijo a vagabundos y maleantes, pero a pesar de que su parte racional tiraba de ella para que se alejase de allí, algo la impedía moverse de donde estaba, parada como un pasmarote.
Intentó aguzar la vista. En la penumbra, apenas si llegaba a divisar el fondo del callejón. Un montón de cajas y basura variada se interponían en un rosario sin fin que se perdía en un fondo oscuro.
“Ven conmigo. Te espero impaciente”.
Faith sintió que le faltaba el aire. No acertaba a decir si realmente había escuchado aquella voz o sólo la había imaginado. Había sonado como una voz masculina, áspera, carente de toda emoción. Había sido cuestión de un segundo. En el callejón no se apreciaba movimiento alguno.
“Vamos, ¿qué esperas?”
Miró a los lados. El tropel humano seguía su curso, indiferente a aquella elegante muchacha asomada a una bocacalle. Pero la voz había sido real, no un producto de su imaginación.
- ¿Hay alguien ahí? Responda, por favor.
Nada. El silencio fue la única réplica. Faith lo intentó de nuevo.
- ¿Hola? ¿Me oye, quien quiera que sea?
Una ráfaga de viento aleteó entre las ropas y entre el cabello de Faith. Un viento frío que no se correspondía con la temperatura de la tarde, más bien suave. Un escalofrío se abrió paso por la espalda de Faith. En ese momento tuvo la certeza de algo no marchaba bien. Sentía una fuerza que tiraba de ella en dirección al fondo de aquella oscuridad. Ella trataba de resistirse, de dar media vuelta y correr hasta quedar sin aliento, alejarse lo más rápido posible, pero muy dentro de sí supo que no tenía opción, que era como una hoja a merced de un temporal.
Dio un paso adelante. Su corazón quería escapar de su pecho.
“Eso es. Muy bien. Un poco más”
La cabeza le daba vueltas. Vete, Faith, se dijo. Es fácil, sólo tienes que girar sobre tus talones y salir de aquí como alma que lleva el diablo. ¡No te adentres más! ¡Te arrepentirás! ¡Estás loca! ¡Sal de este apestoso lugar ahora mismo!
Convulsionada por la contradicción que bullía en su interior, se tambaleó como si estuviera a punto de caer. Después volvió a recuperar el equilibrio. La duda había desaparecido de sus ojos. Con una expresión decidida en la mirada, siguió adelante.
Hacia la negrura.

viernes, 15 de junio de 2012

JACK VUELVE (III) Y UNA CURIOSIDAD

   HOLA A TODOS
   DE NUEVO ESTAMOS AQUÍ, PUNTUALES A NUESTRA CITA SEMANAL. ESTA SEMANA, ADEMÁS DEL CORRESPONDIENTE PEDACITO DE "JACK VUELVE", OS TRAIGO UN MICRORRELATO PRESENTADO A UNA CONVOCATORIA ESPECIAL DE "ESTA NOCHE TE CUENTO". EL TEMA ES "1000 CUENTOS" Y EL RELATO SE TITULA "S". ESPERO QUE OS GUSTE.
   http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2012/06/jun74-1000-1000-cuentos-de-vidal.html´

   HASTA LA PRÓXIMA SEMANA


- ¿Desea algo más la señora antes de que nos marchemos? Hoy es nuestra tarde libre…

- No, Daisy, lo único que necesito es un poco de aire fresco. Todo el día aquí en casa me ahogo. Creo que iré a buscar a Constance, a ver si quiere que demos un paseo juntas.

- Muy bien, señora. Nos vamos, pues. Que se mejore.

Cuando la doncella hubo cerrado la puerta, Faith se sentó delante del tocador y permaneció unos instantes observando fijamente su imagen en el espejo. Era la señora de la casa porque su madre había muerto de tuberculosis unos años atrás, de modo que vivía con su padre, Sir Richard Thornton. A pesar de habitar bajo el mismo techo, la relación entre ambos era más bien distante. Sir Richard nunca se había repuesto de la pérdida de su esposa. Al principio permaneció en casa, aferrado a su ostracismo, con una botella de bourbon en una mano y la foto de la pobre Mary en la otra. Después empezó a salir y se entregó a una vida disipada, dejando a la joven Faith al cargo de los asuntos de la casa y de las propiedades de la familia. Los primeros momentos fueron duros, pero ella finalmente había tomado las riendas de todo, y ahora el servicio se dirigía a la joven señora en lugar de hacerlo a su padre, como debiera ser.

Se recogió el pelo en un moño al uso de la época y se aplicó un ligero toque de maquillaje, tal y como correspondía a una dama de su alcurnia. Aún no se había asentado el calor estival, de modo que cogió un chal antes de enfilar las escaleras que conducían al hall de la entrada. Se encontró con su padre, que también se disponía a salir.

- ¿Dónde vas, querida? ¿No es un poco tarde para salir a la calle en tu estado?

- Voy a ver a Constance, padre. Estas cuatro paredes me agobian.

Un gesto de preocupación asomó al rostro de Sir Richard. Cuando estaba sobrio, era un hombre encantador. Todo un caballero, de esos que ya escaseaban.

- Como gustes. Ya sabes que no tengo voluntad para negarte nada. No vuelvas tarde, lo último que te conviene es una recaída.

- Descuida, padre. Yo tampoco quisiera volver a indisponerme –le besó, abrió la puerta y salió a la calle.

En realidad, Faith no padecía ningún mal físico. Llevaba una semana postrada en cama desde la noche de la sesión de espiritismo. Lo ocurrido había afectado gravemente a su ánimo, hasta el punto de no poder engullir bocado sin vomitarlo al momento y de no poder conciliar el sueño. El recuerdo de los ojos de la agonizante Therese, clavados en su mente como puñales, no la abandonaba ni un segundo. Su mano aferrando su brazo. El último estertor, cuando dijo: ¡Es él! Se habían quedado sin saber quién era él, puesto que la mujer murió desangrada mucho antes de que el médico acudiera a socorrerla, pero Faith había quedado tan profundamente impresionada que durante la última semana había perdido peso a ojos vistas, y lucía unas hermosas sombras violáceas bajo sus ojos color esmeralda, que siempre habían captado la atención de todos, y que habían perdido su natural brillo a causa de la falta de sueño.

Constance había acudido a visitarla un par de veces, pero no habían tocado el tema. Una especie de acuerdo tácito se interponía entre ambas. Sólo habían charlado de banalidades y Constance había aprovechado cualquier excusa para marcharse. Faith decidió que esa tarde era tan buena como cualquier otra para zanjar la cuestión antes de que se convirtiese en una brecha en la amistad que las dos mantenían.

Cuando salió a la calle, el bullicio de coches y gente le hizo detenerse unos segundos.  

viernes, 8 de junio de 2012

JACK VUELVE (II) Y UN PAR DE HISTORIAS

   BUENAS TARDES...

   ESTA SEMANA HAN DADO EL RESULTADO DE UN PAR DE CONCURSOS A LOS QUE ME HABÍA PRESENTADO... Y NADA. PERO PARA QUE LA LLAMA NO SE APAGUE, ME HE PRESENTADO A OTROS DOS. EN UNO DE ELLOS SE PUEDE LEER EL RELATO. LOS QUE RECIBÍS MIS CORREOS SEMANALES YA LO SABÉIS. PARA LOS DEMÁS, EL LEMA DEL CONCURSO ES "CAMBIÓ COMO EL VIENTO", Y EL RELATO ES ESTE. POR CIERTO, HA GUSTADO MUCHO AL PÚBLICO QUE VISITA EL BLOG DEL CONCURSO. ES CORTITO, Y PARA LEERLO SÓLO TENÉIS QUE PINCHAR EN EL ENLACE


   Y AHORA A LO NUESTRO, SEGUIMOS CON LA HISTORIA ACTUAL..."JACK VUELVE".

   QUE LO DISFRUTÉIS TANTO COMO YO. HASTA PRONTO.


- ¡Lo he notado! –Constance se había puesto en pie, trémula, tras gritar-. ¡Un aliento helado en la nuca! ¡Lo juro! ¡No lo he inventado!
            - ¡Sentaos todos y permaneced en silencio! –rugió Therese. ¡El momento ha llegado! ¡Quietos!
            Todos volvieron a sus asientos, si bien Constance estaba visiblemente alterada.
            - ¡Muestra tu presencia, espíritu! ¡Vuelve entre nosotros!
            Nadie emitió sonido alguno. Todos miraban a Therese, que había comenzado a experimentar una especie de convulsiones. Tenía los ojos en blanco y un hilo de saliva se derramaba por la comisura de su boca torcida.
            El cristal de la ventana estalló hacia el interior de la habitación. Las mujeres empezaron a gritar, corriendo hacia la puerta, que se cerró de un portazo. Una mujer que aparentaba unos treinta y tantos años y a la que Faith no conocía, empezó a forcejear con el pomo, pero la puerta no se abría.
            - ¡ESTÁ AQUÍ! –Therese estaba fuera de sí, temblando violentamente en su silla-. ¡Se ha enfadado! ¡Puedo sentir su ira! ¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?
            Un viejo aparato de radio que permanecía apartado en un rincón salió volando por los aires, chocando contra la pared cerca de donde estaba Constance, protegida por su hermano. Los trozos quedaron esparcidos por el suelo, ante la mirada atónita de los dos hermanos y de Lord Percy, apoyado de espaldas en la pared a poca distancia. Tenía el rostro desencajado y la boca abierta, con un gesto bastante estúpido. El acompañante de la mujer que intentaba abrir la puerta la apartó y la emprendió a patadas con la puerta, pero esta se negó a ceder.
            El caos fue absoluto cuando todos los objetos apilados empezaron a volar por los aires. Faith corrió hacia un rincón para acurrucarse allí, gritando, histérica, cuando una mano la agarró por el brazo. Intentó desasirse, sin éxito. Era Therese, cuya boca estaba cubierta por espumarajos. Los ojos en blanco hicieron que Faith, aterrorizada, apartara la mirada. De un tirón consiguió zafarse y se parapetó detrás de una cómoda.
            Todo terminó en menos de un minuto. Los objetos dejaron de volar de un modo tan repentino como habían comenzado a hacerlo. Los gritos cesaron. Descompuestos y exhaustos, permanecieron inmóviles unos segundos.
            - ¿Todo el mundo está bien? –James era el único que parecía aferrarse a la cordura.
            Unos murmullos de asentimiento confirmaron que así era. Constance miraba hacia un lado, señalando con el dedo.
            - Mirad… la médium.
            Therese yacía a un lado, junto a la pared. La sangre brotaba abundantemente de su garganta, donde se había clavado con saña una percha vieja y oxidada. Sus ojos habían vuelto a la normalidad, pero su mirada estaba perdida en la lejanía, como si no los viera. Faith, que era la que más cerca estaba, se aproximó para ayudarla.
            - Tranquila, ya ha pasado todo. ¡Llamad a un médico! ¡Está herida!
Farfullaba algo ininteligible. Tiraba de la mano de Faith, atrayéndola hacia sí. Faith acercó el oído para poder escuchar lo que decía.
- Est… amos perdidos. Es… ¡ES ÉL!
Sus ojos se cerraron y sus pulmones exhalaron el aire por última vez.
****


viernes, 1 de junio de 2012

JACK VUELVE.... Y GRACIAS A TODOS

   BUENAS A TODOS
   EN ESTE CALUROSO PRIMERO DE JUNIO, QUIERO COMENZAR AGRADECIENDO A TODOS LOS QUE ESTÁIS AHÍ POR LEER MI REALTO "ADIÓS", QUE HA PERMANECIDO DURANTE TODA ESTA SEMANA (AÚN ESTÁ AHÍ) ENTRE LOS CUATRO MÁS LEÍDOS EN EL CONCURSO "ESTA NOCHE TE CUENTO". ESTOY MUY SATISFECHO POR ELLO, TANTO SI LO ELIGEN COMO SI NO. EN ESTE SEGUNDO CASO, YA TENGO OTRO PREPARADO PARA EL MES DE JUNIO. EL PRÓXIMO VIERNES OS CONTARÉ.

   AHORA VAMOS A LO NUESTRO DE CADA VIERNES. DESPUÉS DE "LIQUIDAR" A LA BESTIA (JEJEJ), COMENZAMOS CON UNA NUEVA HISTORIA.

   OJALÁ SEA DE VUESTRO AGRADO.

   HASTA PRONTO

JACK VUELVE.

            - Caducas exanimas vitas aetas anima…
            Durante unos instantes, el silencio se hizo palpable en la habitación. Todos los presentes contuvieron la respiración en espera de una señal, algo que justificase su presencia allí.
            - Si estás ahí, muéstrate…
            La voz de la médium se tornó grave y densa. Parecía hablar hacia el interior de sí misma. Las ocho personas allí reunidas sintieron, más que oír, el eco de las palabras arrojadas al aire. Palabras que permanecieron suspendidas. Nada singular ocurrió.
            Lady Faith Thornton había acudido a aquella sesión de espiritismo porque su amiga Constance le había suplicado que la acompañase, no porque estuviese especialmente interesada en lo relacionado con el esoterismo, sino más bien porque estaba interesada en Lord Percy de LaRue, un joven aristócrata francés afincado en Londres. Él era quien había organizado la reunión, junto con algunos amigos y amigas pertenecientes a su círculo personal. El hermano de Constance, James, era amigo suyo y ella se las había apañado para que la incluyeran en el elenco. Pero ninguna dama que se preciase podía dar a entender de una manera evidente que andaba detrás de un joven so pena de parecer demasiado… desesperada, así que la excusa fue Faith. Ella era la supuesta aficionada al mundo de los espíritus.
            Lady Faith estaba al borde de la exasperación. Llevaban tres cuartos de hora escuchando invocaciones y rituales que supuestamente debían atraer al fantasma que habitaba la mansión que Lord Percy había heredado de su bisabuelo materno y en la cual vivía él sólo con la servidumbre.
            Habían subido a un viejo desván polvoriento que las doncellas habían adecentado para la ocasión: habían retirado los objetos allí almacenados a un lado,  limpiado y acomodado una mesa con nueve sillas en el centro.
            Todos se veían embelesados por la verborrea de la médium. La escena se había preparado de un modo teatralmente perfecto: unas velas sobre la mesa eran la única iluminación, confiriendo a los rostros de los allí reunidos un aire malvado y misterioso.
            Faith no pudo contener un bostezo. Lo cubrió discretamente con una mano, pero el gesto no pasó desapercibido. La médium, de nombre Therese, la agasajó con una mirada furibunda.
            - ¡Silencio! ¡La concentración debe ser absoluta! Intuyo que algo se acerca… Cerremos el círculo.
            Asió las manos de sus vecinos de mesa, gesto que se fue extendiendo alrededor de la mesa. Constance, estratégicamente, se había situado junto a Lord Percy, y dirigió una mirada de inteligencia a Faith cuando él tomó su mano. Una casi imperceptible sonrisa asomó a sus labios.
            - Ahora ven y dinos quién eres, revela porqué permaneces en esta casa, ofrécenos una señal de que nos escuch…
            El gritó los pilló por sorpresa. Casi se cayeron de la silla.