viernes, 28 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO(V) Y UNA NOTICIA CONFIRMADA

   HOLA A TODOS
   EN CIERNES YA DEL NUEVO AÑO, OS CONFIRMO LO QUE YA OS ADELANTÉ. DEL TALLER "NAVIDADES A MÍ" SE EDITARÁ UN EBOOK CON DIEZ RELATOS NAVIDEÑOS DE UN CORTE UN POCO "ESPECIAL". ENTRE ELLOS SE ENCONTRARÁ UNO CORTITO DEL MENDA, TITULADO "LA DUDA". CUANDO LO TENGA EN MI PODER, AQUELLOS QUE ESTÁIS EN MI LISTA DE CORREO LO TENDRÉIS DE FORMA GRATUITA.
   Y AHORA NOS DESPEDIMOS HASTA EL AÑO PRÓXIMO, QUE DESEO SEA MUY PRÓSPERO PARA TODOS VOSOTROS. AQUÍ OS DEJO UNA NUEVA ENTREGA DE "EL OTRO LADO".
     ¡¡FELIZ NOCHEVIEJA!!! NO OS ATRAGANTÉIS CON LAS UVAS...
 
Pensó que había escuchado algo abajo, quizás desde la cocina o el salón. Sus pies  se deslizaron sobre la tarima con lentos e imperceptibles pasos, hasta llegar a la parte superior de la escalera. En el exterior se había levantado un violento vendaval, que ululaba entre las ramas de los árboles preludiando la tormenta. El sonido en la planta baja no se había repetido, pero Laura temblaba de pies a cabeza. Se había dejado el móvil sobre la mesa de centro del salón y no podía telefonear a nadie. Se asomó ligeramente sobre la barandilla. No se veía nada anormal. La ventana del salón se encontraba abierta y las cortinas volaban con furia, como queriendo escapar de sus anillas. Sigilosamente, bajo los escalones hasta llegar al pie de la escalera.
            En su interior maldijo su costumbre innata de alarmarse por cualquier cosa. Allí no había nadie. El viento y su imaginación le habían jugado una mala pasada. Se acercó a la ventana y la cerró. Ella no se dio cuenta, pero no la dejó bien encajada.
            Se dirigió a la cocina para beber un poco de agua. El corazón seguía latiendo como una locomotora dentro de su pecho, así que se sentó para recuperar la calma. Se estaba comportando como una estúpida, pensó. Durante bastantes años había vivido sola y jamás había sufrido ese tipo de terrores. Era una mujer adulta e independiente, su carácter no era en absoluto timorato.
            Más tranquila, se dirigió de nuevo hacia las escaleras y a punto estaba de subir el primer escalón cuando un estruendo a sus espaldas, mezclado con el estallido de cristales rotos, la dejó sin respiración y congeló la sangre en sus venas. Se volvió como una tigresa, solo para comprobar que la ventana mal cerrada se había abierto de golpe y el panel de cristal había saltado en mil pedazos. Se acercó a cerrarla, pero a pesar del cuidado que puso no pudo evitar una punzada en el talón derecho.
            Tras cerrar ventana y persiana, fue al baño a curarse. Soltando improperios para sus adentros, volvió a su habitación y se calzó unas zapatillas de estar en casa.
            Cuando se giró y quedó frente al espejo, allí estaba ella. No era su imagen reflejada, el rostro y el cuerpo que Laura vio en el espejo correspondían a otra mujer.

viernes, 21 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO (IV)

   BUENAS NOCHES A TODOS:
   SEMANA QUE PRECEDE A LAS NAVIDADES, ANSIADAS POR UNOS Y ODIADAS POR OTROS, PERO QUE NO DEJAN DE SER UN REFERENTE EN EL TRANSCURSO DE UN AÑO. UN AÑO QUE SE VA CON MÁS SINSABORES QUE ALEGRÍAS, PERO SI NO SOMOS CAPACES DE CONFIAR EN EL FUTURO ¿QUÉ PINTAMOS AQUÍ?
   OS DEJO UNA ENTREGA MÁS DE "EL OTRO LADO". ESPERO QUE OS GUSTE ESTE RLATO DE INTRIGA CON SORPRESA FINAL.
   Y, HABLANDO DE SORPRESAS, PARA DESPUÉS DE REYES OS TENGO PREPARADA UNA, UN EBOOK DE CUENTOS NAVIDEÑOS CON UN TOQUE "ESPECIAL". HASTA ES POSIBLE QUE HAYA UN RELATO DEL MENDA INCLUIDO EN ÉL. A TODOS LOS QUE ESTÁIS EN MI LISTA DE CORREO OS ENVIARÉ UN EJEMPLAR GRATUITO. CONTIENE BUENOS RELATOS, GRACIOSOS UNOS, OCURRENTES TODOS ELLOS.
   YA OS LO TERMINARÉ DE CONTAR EN SU MOMENTO.
   MIENTRAS TANTO, OS DEJO CON LAS ANDANZAS DE LAURA.
 
Apenas había transcurrido un año desde la boda, cuando Jon comenzó a sentirse mal. Primero perdió el apetito, si bien hacía enormes esfuerzos por ingerir algo de alimento a instancias de Laura. Luego vinieron las náuseas, y finalmente los espasmos y la fiebre.
            Un día simplemente no se pudo levantar por la mañana. En su estado febril, no opuso mucha resistencia cuando Laura le llevó a urgencias. Tras varias pruebas, los médicos descartaron la anemia u otras afecciones peores. Cuando el doctor que se encontraba de guardia salió a hablar con ella, Laura estaba hecha un manojo de nervios. Llevaba varias horas esperando en la sala.
            —¿Qué le ocurre, doctor? Era un hombre sano y recio hasta hace poco tiempo, y sin embargo ahora… temo que algo grave le esté ocurriendo.
            —No sabemos qué puede ser —respondió el médico—, pero yo le diría que esté tranquila. Hemos descartado todas las grandes enfermedades que son comunes. Es posible que su esposo se vea afectado por algún virus desconocido, pero aún es demasiado pronto y no nos atrevemos a lanzar hipótesis sin el necesario sustento. Le tendremos en observación unos días. Mientras tanto, le hemos suministrado un sedante y un antipirético para que pueda descansar.
            —¿Puedo pasar a verle?
            —Solo un rato. Le vamos a mantener lo más aislado posible, no sabemos si se trata de algo contagioso. En su lugar yo me iría a casa, aquí tampoco puede estar con él.
            Laura se retorcía los dedos compulsivamente, angustiada.
            —Si empeora ¿me avisarán? Le dejo mi número de teléfono —aseveró mientras garabateaba sobre un trozo de papel que había sacado del bolso.
            —Por supuesto. No se preocupe. Si se estabiliza, en un par de días le trasladaremos a una habitación en planta, siempre y cuando supere las pruebas oportunas y podamos estar seguros de que no existe riesgo de contagio. Vuelva mañana y le informaremos de su evolución.
            Al llegar a casa, no se encontraba precisamente relajada. Había dejado a Jon dormido a fuerza de calmantes, pero su aspecto demacrado y su tez amarillenta habían provocado en ella una enorme inquietud.
            Se dio un largo baño de sales para intentar relajarse. Cuando se secó y se dirigió al dormitorio, se sentía ligeramente mejor. Se puso la ropa interior y un camisón y conectó el secador.
            Mientras se secaba el cabello, le pareció escuchar un ruido. Apagó el aparato y permaneció unos segundos escuchando, pero no oyó nada.
            —Debo estar sufriendo alucinaciones —murmuró para sí misma, y prosiguió con lo que estaba haciendo.
            Entonces le invadió la sensación de que no estaba sola. Sin saber porqué, notaba una presencia cercana. Era como si el aire de la habitación se hubiera vuelto pesado. Tuvo la impresión de que las partículas de polvo que siempre flotan en la atmósfera se habían detenido súbitamente.
            Dejando a un lado el secador, se levantó con la intención de inspeccionar la casa. Su mente barajaba ideas disparatadas, quizás había entrado un ladrón y no  lo había oído por el ruido. Buscó algo con lo que pudiera defenderse, pero no divisó nada contundente. Si le hubiera pillado en la cocina para armarse con un cuchillo… Al final, tomó un zapato con tacón de aguja. Pensó que bien clavado en un oído o en un ojo serviría igualmente.
            Descalza para no hacer el más mínimo sonido, se dirigió hacia la puerta de la habitación.

viernes, 14 de diciembre de 2012

CRUCE DE CAMINOS

   HOLA!!!
   ESTA SEMANA VAMOS A DEJAR DESCANSAR A LAURA Y JON (SOLO ESTA SEMANA ¿EH?) Y OS VOY A TRAER UN MICRORRELATO QUE ENVIÉ AL CONCURSO "ENTRELÍNEAS", ORGANIZADO POR METRO DE MADRID Y ESCUELA DE ESCRITORES.
   NO HA GANADO, NI SIQUIERA HA SIDO FINALISTA, PERO ES CURIOSO Y QUERÍA QUE LO VIÉSEIS. SE TRATABA DE, EN UN MÁXIMO DE 100 PALABRAS, ESCRIBIR UNA HISTORIA RELACIONADA CON EL METRO DE MADRID.
   PARA LOS QUE NO SOIS DE MADRID, OS CUENTO. ES LA HISTORIA DE DON QUIJOTE A TRAVÉS DE LAS DISTINTAS ESTACIONES: LUCERO, PUERTA DEL ÁNGEL, MAR DE CIRSTAL Y ESTRELLA. ESTA ÚLTIMA SE ENCUENTRA EN UNA LÍNEA DE METRO QUE EN EL PLANO ES DE COLOR VIOLETA. SI MIRÁIS EL PLANO DEL METRO DE MADRID, ENTENDERÉIS MEJOR LA HISTORIA.
   ESPERO QUE OS GUSTE. AQUÍ ESTÁ..
   HASTA PRONTO.
 
CRUCE DE CAMINOS
 Parecióle a Don Lucero imposible aquella encomienda, más no dudó en cabalgar sobre su alado corcel en pos de su sueño.
                Escrito estaba en el firmamento. Sus destinos habían de encontrarse. Tras atravesar la Puerta del Ángel, quedó extraviado entre miles de facetados destellos sobre el Mar de Cristal. Sofocado por la angustia, levantó el caballero la mirada y avistó un cruce de caminos.
                En llegándose a él, divisó en la lejanía, al final de una línea violeta, lo que tanto ansiaba.
                Voló raudo, sin descanso, hasta llegar a su dama.
Su amada Estrella.

viernes, 7 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO (III)

   BUENAS TARDES A TODOS:
   ESTA SEMANA HA FALLADO ALGÚN CONCURSO EN EL QUE NO HE ENTRADO, PERO SIGO ADELANTE CON OTROS PROYECTOS QUE ME MANTIENEN OCUPADO Y DE LOS QUE IRÉIS RECIBIENDO CUMPLIDA INFORMACIÓN.
   SI QUE QUIERO DESTACAR LA PRESENCIA DE NUEVOS AMIGOS POR AQUÍ: ANA MORÁN, FRANK SPOILER, TERE ARDIZ E ISABELLE LEBAIS. TODOS HAN LLEGADO A TRAVÉS DE UNA PUBLICACIÓN QUE HIZO EN FACEBOOK RICARDO CORAZÓN DE LEÓN (MUCHAS GRACIAS AMIGO). SED TODOS BIENVENIDOS, AQUÍ HAY SITIO PARA TODO EL QUE SE SIENTA CÓMODO LEYENDO Y COMPARTIENDO IMPRESIONES, PARA ESO ESTAMOS. 
   PERDÓN POR EL TOSTÓN, YA OS DEJO CON LA TERCERA ENTREGA DE "EL OTRO LADO"
 
Al abrirse la puerta, Jon se quedó sin aliento. Ya la había visto bien arreglada y maquillada en anteriores ocasiones, pero le costaba creer que la mujer que le abrió la puerta era su Laura. No acertaba a explicarse dónde había estado oculta hasta aquel momento aquella belleza deslumbradora que tenía ante sí.
            Reaccionó y se adelantó para besarla al tiempo que pasaba una mano por detrás de su cintura, acariciando la suave curva de sus nalgas. Sin embargo, ella no respondió como de costumbre a sus caricias, ni tampoco le devolvió el beso con la pasión acostumbrada. Jon se extrañó, pero decidió pasarlo por alto.
            —¡Hola, amor! ¿Ya estás lista? Vamos con el tiempo justo. No te había visto ese vestido antes. Vas a ser el centro de atención en el restaurante. Jamás había contemplado una mujer tan bella. Y menos aún la había tenido entre mis brazos —guiñó un ojo, palmeando ligeramente el trasero de ella.
            Si Laura captó el chiste, no mostró evidencia alguna de ello.
            —Dame cinco minutos, necesito unos retoques. En seguida estoy contigo.
            Él no acertó a comprender cuáles eran los retoques que necesitaba, pero las mujeres siempre necesitaban un último retoque, así que sentó pacientemente en el sofá a esperar.
            Cuando la vio bajar por las escaleras, ni la mismísima Cleopatra la hubiera igualado. La que descendía los peldaños era una auténtica diosa. El ceñido vestido carmesí venía enmarcado por unos zapatos con tacón de aguja de un suave color crema y un chal de muselina del mismo color, acompañado por un pequeño bolso de mano a juego. El moreno cabello estaba recogido en un moño alto y el maquillaje realzaba sus facciones mediterráneas deliciosamente. Por un momento Jon se sintió insignificante al lado de aquel prodigio de la naturaleza. Un único detalle desentonaba con el conjunto: ni siquiera el maquillaje podía esconder la intensa palidez de Laura. Jon salió de aquella ensoñación bruscamente. Aquella no podía ser su novia, no la reconocía. Algo anormal estaba ocurriendo. Se puso en pie en el mismo instante en que ella llegaba al último escalón.
            —¿Te encuentras bien, cari? —siempre la llamaba así—. Te veo un poco… no sé cómo explicarlo… desmejorada. «Distante. Esa es la palabra. Como si tuviera la mente en otra parte» pensó Jon, mirándola de arriba abajo.
            —Por supuesto que estoy bien, qué tonterías dices —respondió ella, y un instante después el rictus que Jon viera había desaparecido de su rostro, dejando en un lugar una tierna sonrisa—. Anda, vamos a disfrutar de esa romántica velada —dijo mientras le colocaba la pajarita y le devolvía el cachete en el culo—. Intuyo que va  a ser muy especial.
            Laura estaba en lo cierto. La cena fue inolvidable, anillo incluido. Y el postre también.

viernes, 30 de noviembre de 2012

EL OTRO LADO (II)

   BUENOS VIERNES A TODOS
   SEMANA TRANQUILA DESPUÉS DE LA RESACA DE LA ANTERIOR, DEDICADO A MIS LABORES LITERARIAS (Y AL RESTO, QUE NO ES MOCO DE PAVO).
   AQUÍ TENÉIS UNA SEGUNDA ENTREGA DE ESTE RELATO DE MISTERIO... "EL OTRO LADO". ¿EL OTRO LADO DE QUÉ? AL FINAL CADA UNO QUE SE SIRVA A SU GUSTO.
   BUENA SEMANA A TODOS
 
Tres días atrás, mientras recorría el mercadillo, había entrado en aquella oscura y polvorienta tienducha en medio de los puestos del mercadillo. En multitud de ocasiones había pasado por delante de ella, pero no se le había ocurrido ni de lejos pasar a fisgonear en su interior. El escaparate tampoco invitaba a la aventura, era una minúscula tienda de antigüedades con aspecto de estar abandonada. Sin embargo, ese día algo la impulso a traspasar el umbral de la desvencijada puerta. Un sonido de campanillas anunció su presencia en el estrecho local, tan atestado de trastos que apenas podía moverse entre ellos. Un  anciana apareció por una puerta que Laura supuso debía dar a la trastienda y le dirigió una afable mirada por encima de unas obsoletas gafas de gruesa montura.
            —¿Puedo ayudarla en algo? —la mujer esbozó una leve sonrisa.
            —En realidad solo quería echar un vistazo, vivo cerca y, a pesar de haber pasado por delante del escaparte mil veces, nunca había entrado. No le importa ¿verdad?
            —En absoluto, joven. Si desea algo, estaré en la parte de atrás.
            «Aún hay personas confiadas, a pesar de los tiempos que corren», pensaba Laura mientras examinaba la más dispar colección de objetos que jamás hubiera imaginado que podían estar juntos en una sola tienda: sillas con un tapizado que sugería la corte francesa de Luis XVI descansaban junto a una vieja máquina de coser, una pequeña jarra  de loza junto a un aguamanil descascarillado, un banco de madera adornado con un paño obviamente tejido a mano con unos motivos geométricos simplemente horribles… y entonces lo vio.
            En aquel momento tuvo la sensación de haber sentido un hormigueo en la mano, más concretamente en el dedo en el cual lucía aquel singular anillo. Cuando llegó a casa, el sentido común le hizo pensar que no había sido más que una ilusión causada por la agobiante atmósfera de la tienda. Lo cierto es que al tener frente a sí el espejo experimentó una especie de interferencia visual como las que produce el calor sobre el asfalto en los más achicharrantes días del verano.
            Se trataba de un objeto de apariencia muy antigua. El marco metálico estaba adornado con volutas y motivos vegetales sobre un material que aparentaba ser bronce. Dio un paso y tendió su mano para acariciarlo. Al entrar en contacto, la sensación de hormigueo se intensificó y la cabeza comenzó a darle vueltas hasta el punto de que pensó que se iba a desplomar allí mismo. Sin embargo, el torbellino que asolaba su cabeza se disolvió tan repentinamente como había comenzado, dejándola sumida en un mar de dudas.
 Una vez recuperada del ligero vahído, supo que aquel espejo tenía que ser suyo. Era como si su imagen reflejada se lo estuviera diciendo desde lo más profundo de aquel enorme armatoste. Se dio la vuelta y casi tropezó con la anciana, que estaba de pie justo detrás de ella.
            —¿Le gusta? No es muy caro.
            Laura se quedó mirándola, confusa. No la había visto cuando se contemplaba a sí misma en el espejo. Estupefacta, volvió la vista de nuevo y, aliviada, contempló el reflejo de las dos sobre el cristal. «Te estás sugestionando, compañera», se reprendió mentalmente. No es más que un espejo en una destartalada tienda de barrio y esta anciana apenas si puede moverse.
            —Sí, me gusta. Si el precio es razonable, me lo quedo. Lo único que le pediría es que me lo guarde hasta por la tarde. Pasaré con mi novio a recogerlo, yo sola no puedo llevarlo a casa.
            —No hay problema, querida. Y respecto al precio le aseguro que le resultará de lo más conveniente —la extraña y ambivalente sonrisa seguía colgada en el rostro de la mujer como si hubiera quedado paralizada allí mucho tiempo atrás, otorgando un aire de inexpresiva cordialidad a su dueña.
            Laura sacudió la cabeza mientras pensaba que se estaba convirtiendo en una neurótica, pero cerró el trato y aquella tarde el espejo ya adornaba su dormitorio, dominando el espacio a pesar de ser un objeto discordante con la decoración que lo rodeaba.   

viernes, 23 de noviembre de 2012

EL OTRO LADO (I) Y ¡NOTICIA BOMBA!

   BUENOS VIERNES:
   ESTUPENDOS, LA VERDAD. PARA EMPEZAR, HOY ES MI CUMPLEAÑOS. ESTA VEZ VUELVO A CUMPLIR 25. ESTA SEMANA FALLÓ UN CONCURSO EN EL QUE NO ME COMÍ UN ROSCO, PERO INMEDIATAMENTE EL HECHO QUEDÓ OLVIDADO PORQUE GANÉ OTRO. EL PREMIO CONSISTE EN UN LIBRO ELECTRÓNICO, LA PUBLICACIÓN DE LOS DIECISÉIS MEJORES EN UN LIBRO Y EBOOK, Y LA GRABACIÓN EN AUDIO DE LOS 10 MEJORES RELATOS. SI QUERÉIS VER EL FALLO, AQUÍ ESTÁ
 
 
   NI QUE DECIR TIENE QUE ESTOY QUE NO QUEPO EN MÍ DE FELICIDAD. ME APROVECHARÉ QUE ESTAS COSAS DURAN POCO.
 
   Y ADEMÁS, TAL Y COMO PROMETÍ, ESTA SEMANA ESTRENAMOS RELATO. ESPERO QUE OS GUSTE.
 
EL OTRO LADO
 
De pie frente al precioso espejo vestidor de cuerpo entero, Laura se sintió irresistible y femenina como nunca antes. Cambiaba ligeramente de postura para poder admirar su silueta desde diferentes ángulos. El vestido no era nuevo, pero hasta ese momento no se había percatado de lo mucho que realzaba sus curvas, insinuando lo que no se mostraba a la vista.
            Miró el reloj. Las ocho menos cuarto. En unos minutos llegaría Jon a recogerla. Salían juntos desde un par de años antes, primero fue algo casual, habían coincidido en un viaje de vacaciones. Ella iba con unas amigas, igual que él. «La típica historia», pensó. Chica conoce chico, quedan para ir a tomar algo… Con una cierta premura, se puso unos pendientes y una gargantilla que realzaba su atrevido escote. Él había insistido en que se pusiese algo elegante, «Esta noche iremos a un sitio precioso y romántico», le había susurrado por teléfono. Ella se dio cuenta de lo excepcional de la ocasión,  cuando salían a cenar solía ser de un modo informal. Empezó a ponerse nerviosa. Notó cómo se ruborizaba. Quizás él había elegido un restaurante especial y le había pedido que se arreglase paras decirle algo. Con un gesto inconsciente acarició el extraño anillo que llevaba en su dedo anular. Se lo había regalado su madre, y a esta su propia madre. Se trataba de un grueso anillo tubular con una silueta de un dragón. Laura se fijó en él una vez más. Bien mirado, resultaba un poco antiestético, pero llevarlo puesto le producía una sensación extraña, de poder y seguridad. Le habían dicho que pertenecía a la familia desde tiempos inmemoriales, pero ella lo había dudado en multitud de ocasiones.
            Sonó el timbre. Debía ser Jon.
            Prefirió no hacerse ilusiones vanas y disfrutar del momento. «Todo en su debido momento», pensó, aunque se sentía como una colegiala mientras se aplicaba un toque de perfume, se calzaba unos tacones altos y se aproximaba de nuevo al espejo para evaluar el conjunto.
            Al recorrer su talle con las manos una vez más, apreció un detalle del espejo en el que no se había fijado en el momento de adquirirlo: la lámina de cristal tenía un defecto en la parte superior, a la altura de la cabeza. El vidrio debía tener alguna irregularidad, porque Laura no podía reconocer su imagen, su cara aparecía distorsionada, como si perteneciese a otra persona. Se acercó un poco más pero cuanto más cerca estaba más se convencía de que aquel era el rostro de otra mujer.
            Sin poder evitarlo, tendió una mano hacia la plana superficie bañada de azogue por la parte trasera y las yemas de sus dedos acariciaron aquellas mejillas desconocidas. Un gélido escalofrío recorrió su cuerpo.
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viernes, 16 de noviembre de 2012

IDA... Y VUELTA (IV Y ÚLTIMA)

   BUENOS VIERNES:
   EN ESPERA DE NOTICIAS SEGUIMOS ESTA SEMANA. PRONTO SALDRÁ EL NUEVO NÚMERO DE MINATURA, BAJO EL LEMA "EL UNIVERSO DE STEPHEN KING", Y EN ÉL VA INCLUIDO UN MICRO ESCRITO POR EL MENDA Y QUE GUSTÓ MUCHO A LA DIRECCIÓN DE LA REVISTA.
   MIENTRA TANTO, OS DEJO EL FINAL DE "IDA... Y VUELTA". LA SEMANA QUE VIENE ESTRENAREMOS RELATO Y AVENTURA.
   BUENA SEMANA A TODOS.
 
Avanzaba a toda velocidad entre la gran cantidad de gente que abarrotaba las aceras de la ciudad en un domingo de primavera. Varias veces tuvo que pedir disculpas a alguien por haberle arrollado literalmente, pero la ansiedad le hacía volar entre el gentío. Cuando dobló la esquina de su calle, estaba completamente sin aliento, pero él ni siquiera lo notaba, sólo sentía la necesidad de llegar, de llegar a tiempo…
Sacó las llaves del bolsillo del pantalón y con las prisas se las dejó caer dos veces hasta que por fin consiguió introducirla en la cerradura y hacerla girar. Sin esperar al ascensor, enfiló las escaleras veloz como una centella, saltando los escalones de dos en dos o de tres en tres, todo lo que sus piernas abarcaban. Por suerte vivía en un segundo, tras la carrera y en el estado de tensión en que se hallaba, no le quedaban muchas fuerzas. Al girar el último descansillo, una voz rompió el silencio.
-          ¡Ya estoy más que harto de ti! Si no estás conforme, vete con tu  madre, o donde te dé la gana.
Eran los del A. Buena gente, pero no se soportaban el uno al otro. Algunas veces, había tenido que venir la policía a poner paz porque la situación amenazaba con ponerse violenta. No habían tenido hijos y cada uno culpaba al otro de su frustración. Un día ella había cogido el pasavolante y no había vuelto. Él se había dado al alcohol hasta que una fría noche de enero, cuando volvía a casa con una cogorza de campeonato, se había quedado dormido en la acera para no volver a despertar. La vida, a veces, es un asco.
- Pues eso mismo voy a hacer, ¡desgraciado!, irme y no volver.
- Ahora mejor que mañana, inútil, ni siquiera has servido para tener un hijo.
Justo cuando pasaba por delante de la puerta, esta se abrió y una maleta salió volando, golpeando a Luis en pleno rostro. Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar. El impulso le hizo trastabillar y retrocedió dos pasos. Al tercero, el suelo desapareció bajo sus pies, y cayó rodando escaleras abajo. Antes de llegar al rellano, ya estaba inconsciente.
 
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Oía voces en medio de la bruma, según volvía del limbo.
-          … conmocionado por el golpe, pero no tiene fracturas ni tampoco se ha observado ninguna anomalía que indique una lesión interna. El escáner no muestra ningún daño craneal, como puedes ver. ¡Hombre, está usted despierto!
Abrió los ojos, le dolía todo. Delante de él, un médico, que era el que estaba hablando, y a su lado uno de esos que están en prácticas. Estaba en la cama de un hospital. Recordó lo ocurrido.
- ¡Tengo que irme! ¡Mi mujer!
El médico le detuvo con un gesto de la mano.
- Estaba diciendo que ha tenido usted suerte de no romperse nada. Puede marcharse a casa pero le recomiendo un par de días de descanso sin ir a trabajar. Caerse de un andamio no es una cosa para tomársela a broma. Tómese un analgésico para el dolor durante una semana. Sus efectos personales están en el cajón de la mesilla. Buenos días… - y se dio media vuelta y salieron los dos por la puerta.
¿Cómo? ¿el andamio? Luis permaneció quince minutos en la cama antes de levantarse y vestirse. Mientras volvía a la realidad, revivía los detalles uno por uno. Todo había parecido tan real…
Se puso la ropa y fue a coger su reloj y su cartera. Cuando abrió el cajón de la mesilla allí estaba, sonriente, Michael Jackson.

viernes, 9 de noviembre de 2012

IDA... Y VUELTA (III)

   BUENAS A TODOS
   LO PRIMERO QUE HE DE HACER ES PEDIROS DISCULPAS POR FALTAR (POR PRIMERA VEZ) A MI CITA SEMANAL EL PASADO VIERNES. DEBO ACLARAR QUE SE DEBIÓ A PROBLEMAS TÉCNICOS (EL MALDITO PC), PERO YA ESTAMOS AQUÍ DE NUEVO, CATARRO INCLUIDO.
   A FALTA DE MEJORES NOTICIAS, OS DEJO EL PENÚLTIMO CAPÍTULO DEL RELATO QUE TENÍAMOS ENTRE MANOS. LA SEMANA PRÓXIMA LO ACABAREMOS Y COMENZAREMOS CON ALGO NUEVO.
   OTRA COSA MÁS: CONTAMOS CON UN NUEVO SEGUIDOR DE NOMBRE JUAN JOSÉ TAPIA, QUE NO SÉ CÓMO HA LLEGADO HASTA AQUÍ NI DESDE DÓNDE. SÉ BIENVENIDO A ESTA PEQUEÑA GRAN FAMILIA. SI QUIERES PONERTE EN CONTACTO CONMIGO... KIKOINES@GMAIL.COM. ASÍ CAMBIAMOS IMPRESIONES Y DEMÁS.
   HASTA PRONTO
 
Tras unos segundos de desconcierto, volvió a pronunciar su nombre pero tampoco hubo respuesta. El momento permanecía en su mente, claro y fresco, como congelado en el tiempo, resistente al paso de los años. Al final la encontró, flotando en la bañera en medio de un mar se sangre. Luis no recordaba nada de lo que había sucedido después. Según le habían explicado, había salido gritando al rellano de la escalera y los vecinos del C se habían encargado de llamar a una ambulancia y todo lo demás.
En menos de un año tuvo que ir de entierro dos veces, y perdió todo lo que hacía avanzar su existencia. Él siguió yendo al trabajo, como una sombra que se arrastra pesadamente, sin rumbo, sin fin. Sus compañeros le invitaban a ir al fútbol, o al cine, o a cenar con ellos a su casa, pero él declinaba todas las ofertas. Sólo quería estar a solas con su pena, morirse, dejar este mundo sin sentido donde el tiempo transcurría lento, implacable…
- ¡Uy, perdone, no le he visto!
El muchacho había tropezado con él, casi le hizo caer, sacándole de su ensimismamiento.
- Ten cuidado, chaval, mira por dónde vas…
- Lo siento –dijo. Y salió corriendo.
Luis se dispuso a entrar en la tienda, a comprar el consabido ramo de flores, pero al echar mano a su cartera en el bolsillo de atrás del pantalón, se dio cuenta de que no la tenía. ¡El chico!. Se volvió, dispuesto a correr detrás de él, pero se detuvo al instante.
De repente, todas las piezas del puzzle encajaron a la perfección. Recordó la fecha del periódico, aquel día le habían robado la cartera y se fue a presentar una denuncia a la comisaría. Por eso había tardado tanto en volver a casa. Por eso Bárbara había tenido tiempo de preparar todo y llevar a cabo su plan. Si él hubiera vuelto antes…pero…pero…
¡Podía evitarlo! Ahora se daba cuenta. Hoy era el día que había encontrado a Bárbara muerta, pero eso aún no había sucedido, aún estaba a tiempo de impedir que todo ocurriera. Era como si alguien hubiera puesto en su mano una segunda oportunidad.
Sin pensarlo dos veces salió corriendo calle arriba. En menos de diez minutos, estaría en su casa y podría salvar a su mujer. Se la llevaría lejos de allí, si quería como si no, y empezarían una nueva vida, juntos, a salvo de tanta tristeza que los había arrastrado al desastre. Acudirían a un psicólogo si era preciso, pero esta vez no dejaría escapar su futuro como lo hizo entonces.

viernes, 26 de octubre de 2012

IDA... Y VUELTA (II)

   BUENOS VIERNES
   AQUÍ OS TRAIGO UNA NUEVA ENTREGA DEL RELATO QUE NOS OCUPA DURANTE UNAS SEMANAS, ADEMÁS DE UNA NOTICIA: ANTEAYER ME LLEGÓ LA  CONTESTACIÓN DE LA PRIMERA EDITORIAL DONDE ENVIÉ "MOLOBO", DICIENDO QUE NO LES INTERESA, QUE LA PROSA NO ES MADURA Y QUE NO ES LO QUE ELLOS BUSCAN. AÚN QUEDAN UN PAR DE EDITORES POR MANIFESTARSE Y LUEGO... YA VERÉ LA MANERA DE QUE LA NOVELA VEA LA LUZ. HAY UNA EDITORIAL EN MÁLAGA QUE EDITA EL LIBRO Y ORGANIZA UNA PRESENTACIÓN SI A CAMBIO UNO SE COMPROMETE A VENDER 40 EJEMPLARES. ES UNA POSIBILIDAD QUE NO DESCARTO. YA OS IRÉ CONTANDO.
   HASTA PRONTO
 
La sonrisa se borró de pronto de su cara, cuando los fantasmas del pasado empezaron a llamar a la puerta. En 1983 había perdido al sol de su vida, su hijita, su preciosa Carolina. Sólo tenía cinco años. El viejo dolor conocido y arrinconado en su alma volvió a llenar su pecho una vez más. Una vez más, las lágrimas quisieron adueñarse pero él se hizo fuerte y las contuvo, como tantas veces a lo largo de tantos años.
Mientras pensaba, le dio una patada a algo que había en el suelo. Se agachó y lo cogió. Era una chapa de esas que se prende en la ropa con la foto de Michael Jackson y su eterna sonrisa con ese traje blanco. Sin pensar en ello, se la metió en el bolsillo de la camisa. A su niña le encantaba bailar, y la volvía loca el vídeo de los zombies tan famoso del cantante.
No podía dejar de pensar en su hija ni un minuto. Carolina había nacido con un pequeño defecto en el corazón, algo que la cirugía actual hubiera reparado sin mayor dificultad pero en aquel momento resultó letal. Con ocho años empezó a fatigarse por todo. Llevar la mochila al colegio era misión imposible. En poco tiempo ni siquiera podía levantarse de la cama. Sus enormes ojos castaños se fueron apagando, ni una sonrisa salía de sus labios, hasta que un día…
Al llegar al escaparate de la floristería, levantó la vista y, por un momento, todo se le fue de la cabeza. No podía dar crédito a lo que estaba viendo. ¡De nuevo era joven!. Ya no recordaba su aspecto de entonces. Mirarse al espejo cada día le había hecho olvidar su propia imagen, qué ironía. Veía, a menudo,  las fotos de su hija y las de su mujer, pero apenas reparaba en sí mismo. Por supuesto, siempre procuraba tener un aspecto pulcro, pasada la mala racha el tiempo fue empañando la ventana de sus recuerdos y el dolor también había adquirido un matiz de lejanía, ya se sabe, la vida sigue…
De pie frente al escaparate, volvió a retomar el hilo de sus pensamientos. Pensó en Bárbara, su mujer. Ella no había podido superar la muerte de su hija. Después de enterrar a la criatura, él había intentado que siguieran adelante, le había propuesto viajar, proyectó reformar la casa, pero ella no quería hacer nada. Intentó que se mudaran a otro barrio, pero ella se negaba a dejar su casa… que era donde había vivido su hijita. Y así fueron transcurriendo días, semanas…
Bárbara era como un robot programado. Hacía sus tareas diarias de una forma tan minuciosa como ausente. Cuando Luis volvía del trabajo, intentaba entablar conversación, aunque fuera sobre cualquier tema sin trascendencia, algo que estuvieran poniendo en la tele, lo primero que se le venía a la mente con tal de romper aquel silencio aterrador. Su mujer respondía de vez en cuando sí, no, ya ves…
Al final, había tirado la toalla y la vida de ambos se tornó gris, monótona, repetitiva. Hasta el cariño pareció diluirse en un mar de abandono. Hasta que un día, al volver de comprar el pan y el periódico, con un ramo de flores en la mano, entró en casa y Bárbara no respondió a su llamada.

viernes, 19 de octubre de 2012

IDA... Y VUELTA (I)

   BUENOS VIERNES
   ESTA SEMANA OS TRAIGO LA PRIMERA PARTE DEL RELATO QUE QUEDÓ 2º  EN EL CONCURSO "EL CHALANÍN" DEL MUNICIPIO DE LAVIANA EN AUSTURIAS. ESPERO QUE OS GUSTE. LA SEMANA QUE VIENE NOS LEEMOS.
   HASTA PRONTO
 
 
IDA… Y VUELTA.
 
—¡ Pásame el nivel, Luis!
—¿Cómo?
—Hoy estás más p’allá que p’acá, me parece a mí…
Y era verdad, esa mañana se había levantado con la antena orientada en otra dirección, le hablaban y no se enteraba, así que al cabo de un rato los compañeros decidieron que era mejor dejarle en su mundo, ya volvería.
                 —Por cierto, ¿qué pasa con el arnés? ¿estáis reñidos?
    —No pasa nada Jaime –qué pesado era algunas veces el encargado de la obra- estamos en un primer piso y tengo cuidado dónde pongo el pie. Vale, ahora mismo me lo pon…
Justo entonces, Luis tropezó con un cubo y se cayó del andamio. Sólo fueron dos metros, suficiente para quedarse inconsciente. Al menos llevaba el casco, pensó en la décima de segundo que tardó en impactar contra la acera.
****
Al abrir los ojos estaba rodeado de un buen número de personas, y entre el barullo y el desconcierto al volver en sí, oyó:
—Déjenme pasar, soy médico.
De repente, notó que le tomaban el pulso, le palpaban la nuca, las costillas…
—Ha tenido usted suerte joven, podía haberle matado el coche, hay que mirar cuando uno cruza la calle.
¿Qué coche?¿Qué calle?¿Qué estaba diciendo aquel hombre? Le había llamado joven y era mucho más mayor que él. Se sentó en el suelo y echó un vistazo alrededor. Estaba donde había caído pero… la calle no era la misma, los escaparates, el tráfico, ¡los coches no eran normales!. El andamio no estaba allí, la obra que estaban llevando a cabo tampoco se veía por ninguna parte, ni hormigoneras, ni materiales, ni el personal…todo había desparecido, pero todo era muy familiar. Era la misma calle, él llevaba toda su vida viviendo en aquel barrio y la conocía bien, pero no era el mismo lugar donde estaba trabajando. Desconcertado, levantó la vista al hombre que le estaba atendiendo.
— No tiene nada roto. Váyase a casa y descanse, que para eso es domingo. Y la próxima vez mire el semáforo antes de cruzar.
Pero si hoy es martes… Algo no estaba es su lugar, pensó Luis para sí mismo. Además, allí no había semáforo desde hacía por lo menos diez años. De repente, una chispa de entendimiento saltó en su cabeza. Se volvió y miró cincuenta metros más atrás, en los mismos soportales donde se hallaba.
¡Pues claro, ahí estaba! La floristería de Doña Carmencita. Ya había encontrado la clave, pero no la explicación. ¿Estaría soñando? Desde luego, para ser un sueño, todo se veía muy real, especialmente el dolor de la espalda y de la cabeza. Doña Carmencita se murió hace siete u ocho años, y sus hijos vivían fuera en otras ciudades, así que vendieron el negocio y se acabó la floristería. Por eso todo le resultaba conocido, la ciudad era la misma pero hace ¿cuánto? ¿quince años?. Se levantó y se acercó al quiosco de la plaza, a la vuelta de la esquina. Al llegar, vio a Lorenzo (otro que estaba ya criando malvas) y saludó:
—Buenos días, vengo por el periódico.
—Pues claro, cójalo usted mismo.
Cuando fue a pagar, se dio cuenta de que el periódico costaba cien pesetas y en su cartera llevaba… ¡pesetas!. Esto era increíble. Estaba empezando a acostumbrarse a la nueva “experiencia” (a ver si luego, al despertar, se acordaba de todo). Miró la fecha del periódico: 26 de mayo de 1984. Pues no eran quince, eran veinte años. Empezó a sonreír, y decidió disfrutar de ese soleado día de primavera.

viernes, 12 de octubre de 2012

UN MILAGRO (III Y ULTIMA) + NOTICIAS FRESCAS

   BUENOS VIERNES FESTIVO Y LLUVIOSO
   EMPECEMOS POR LAS NOTICIAS. EL RELATO "¿EN QUÉ PIENSAN LAS ESTRELLAS?", QUE PODÉIS LEER ARRIBA EN RELATOS CORTOS, HA ESTADO TODA LA SEMANA ENTRE LOS TREES MÁS LEÍDOS, LO CUAL ES UNA SATISFACCIÓN ENORME PARA MÍ, AUNQUE NO PUEDA SER PUBLICADO EN EL LIBRO AL FINAL POR SUS CARACTERÍSTICAS.
   POR OTRO LADO, YA SALIÓ A LA VENTA "BOCADOS SABROSOS 2", DONDE APARECE EL MICRO "SHEREZADE". YA SABÉIS QUE ES UN LIBRO SOLIDARIO, LOS BENEFICIOS SE DEDICARÁN ÍNTEGRAMENTE A LA ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE ENFERMOS DE ALZHEIMER DE CASTELLÓN. SI ALGUIEN ESTÁ INTERESADO, SÓLO TENÉIS QUE PINCHAR SOBRE LA FOTO QUE ESTÁ A LA DERECHA Y ACCEDERÉIS A LA WEB DE LA LIBRERÍA ARGOT, DONDE SE COMERCIALIZA.
   POR ÚLTIMO, UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA. "REVANCHA" PASÓ SIN PENA NI GLORIA, COMO DE COSTUMBRE, PEEEEERO EL DÍA 10 ME LLAMARON POR TELÉFONO (¡ME LLAMARON!) PARA COMUNICARME QUE HE QUEDADO SEGUNDO EN EL CONCURSO DE RELATO CORTO "EL CHALANÍN", QUE ME ENVIARÁN UN PREMIO A PESAR DE NO ESTAR CONTEMPLADO EN LAS BASES Y QUE GRABARAN EN VÍDEO LA CEREMONIA DE ENTREGA DE PREMIOS Y COLGARÁN EL VÍDEO EN YOUTUBE. LA SEMANA QUE VIENE OS PONDRÉ LOS ENLACES, PUESTO QUE AÚN NO LOS HAN HECHO PÚBLICOS.
   Y AHORA VAMOS A TERMINAR CON ESTA HISTORIA QUE TENEMOS ENTRE MANOS.
 
- Zí, te queremos, mami. Toma mi ozito para que duerma contigo ezta noche.
            - Gracias, nena.
            - Adiós, cariño –dijo Enrique.
            - Hasta mañana -contestó ella-. Ambos la besaron y acto seguido se fueron.
            Ángel empezó a quedarse amodorrada, feliz de pensar que sus seres queridos estaban bien. Justo cuando se estaba quedando completamente dormida, la puerta se volvió a abrir y esta vez quien entró por ella fue su madre. ¡¡SU MADRE!! ¿No había dicho Enrique que estaba en casa? ¿Qué hacía allí entonces?. Cuando su madre vio que estaba despierta, se sorprendió tanto que no puedo articular palabra. Simplemente abrió mucho los ojos, se quedó boquiabierta y salió corriendo de la habitación.
            Al cabo de un minuto escaso volvió a entrar, esta vez acompañada de su padre, de un médico y de una enfermera. El médico comenzó inmediatamente a tomarle el pulso, la temperatura y toda esa parafernalia, aunque se le veía un tanto sorprendido.
            - ¿Cómo se encuentra? ¿Le duele algo? ¿Puede usted hablar y mover alguna parte de su cuerpo?
            - Por supuesto que sí, doctor. Me encuentro relativamente bien, aunque tengo dolores por todo el cuerpo. ¿Qué hacéis vosotros aquí? -volvió la mirada hacia sus padres-. Enrique ha estado aquí hace un momento y me ha dicho que no vendríais hasta mañana.
            Durante un momento que se le hizo eterno, los otros cuatro se intercambiaron miradas de estupefacción, como si ella acabara de hablar en arameo o algo semejante. El que tomó la palabra fue el doctor.
            - Señora, debe de haber tenido una alucinación por el shock o por la medicación. El impacto la ha afectado seguramente más de lo que a simple vista parece. Lamento tener que comunicarle que su marido y su hija murieron en el accidente. Es posible que el momento no sea el más adecuado, pero es mi obligación como médico ser sincero con mis pacientes. Si le sirve de algún consuelo, aunque supongo que no mucho, le diré que no sufrieron, murieron en el acto. La verdad es que es un milagro que esté usted viva. Estaba usted en coma y ha salido de él como por arte de magia. Sí, la verdad es que es un auténtico milagro.
            Ángela tardó un buen rato en asimilar estas palabras. Entonces empezó a llorar desesperadamente, si bien en su interior sentía el consuelo de haber visto a su marido y su hija por última vez. Y no había sido una alucinación. Era más de lo que mucha gente podía tener en un momento así. El doctor había hablado de un milagro, aunque él no sabía hasta qué punto eran ciertas sus palabras. Vaya si lo eran, y Ángela lo sabía muy bien. Y si no, que se lo peguntaran a aquel simpático osito que descansaba a los pies de la cama…

viernes, 5 de octubre de 2012

UN MILAGRO(II)

   BUENAS A TODOS
   UN PAR DE BATACAZOS MÁS SE UNIERON ESTA SEMANA A LA LEGIÓN. ES MI SINO...
   ESTE MES, A FALTA DE ÍMPETU LITERARIO, HE ENVIADO A "ESTA NOCHE TE CUENTO" UN RELATO MULTIMEDIA. LA PRIMERA PARTE ES ESCRITA Y LA SEGUNDA ES UN VÍDEO DE UNOS 30 SEGUNDOS. Y SE TRATA DE UN TOQUE DE HUMOR ÁCIDO. HA QUEDAD BASTANTE GRACIOSO. LO PODÉIS VER ARRIBA, EN RELATOS CORTOS.
   LA PRÓXIMA SEMANA SE AVECINAN DOS NUEVAS TEMPESTADES, PERO YA OS CONTARÉ.
    DE MOMENTO, SEGUIMOS CON "UN MILAGRO"
    TA PRONTO...
 
- Parece que nos hemos preocupado sin motivo –dijo Enrique. Resulta que hay menos jaleo que en una noche normal. A estas horas ya casi todo el mundo debe estar en casa de sus familiares preparando el banquete y comiendo chucherías antes de tiempo.
            - Pues mejor. Más pronto llegaremos y me quedaré tranquila, ya sabes que esto de conducir de noche no gusta nada, y en el estado en que está la carretera, mucho menos.
            Entonces, al salir de un semáforo, una luz cegadora llegó hasta ellos desde la izquierda. Junto con la luz, el sonido de un claxon bramando igual que si se hubieran abierto los infiernos. Ángela se volvió y vio un enorme camión que se dirigía hacia ellos a una velocidad de vértigo. Todo sucedió en menos de dos segundos, pero en su mente era como si lo estuvieran proyectando a cámara lenta. Recordaba el grito de Mayte, el frenazo de Enrique, y el terrible choque que sufrieron. Después, lo siguiente era aquella solitaria habitación de hospital, a oscuras y en silencio.
            Abrió los ojos y miró por la ventana. Aún  era de noche. En ese momento, cayó una estrella fugaz y Ángela formuló un deseo, por eso que se dice de que después se cumplen. Deseó que nada de aquello hubiera ocurrido, que su vida siguiera siendo tan tranquila como hasta ese momento, y que su marido y su hija estuvieran sanos y salvos.
            Entonces, un haz de luz le indicó que la puerta de la habitación se estaba abriendo. Ella no veía la puerta, situada tras un recodo para evitar miradas indiscretas.
            Dolorosamente, giró la cabeza. Allí estaban Enrique y Mayte, junto a la cama y casi perfectamente ilesos. Su marido tenía unos rasguños en la cara y una mano vendada. Mayte no tenía nada visible. Por fortuna, iba bien atada en su sillita en el asiento trasero. Ángela, sin palabras, se puso a llorar de alegría, emocionada al verlos vivos. Enrique se sentó en el borde de la cama, y aupó a Mayte.
- Vamos, cariño, no es para tanto. Ya ves que no nos ha pasado nada. Lo peor es lo tuyo, así que deja ya de llorar.
Se inclinó y la besó en la frente. Mayte estaba jugando con su osito de peluche, que le habían comprado un par de días antes. Ángela hizo un esfuerzo, se calmó y dijo:
- Dejadme que os toque para comprobar que de verdad estáis bien. Por un momento pensé que los dos podríais estar muertos, y ya no quería vivir más…
            - La verdad es que fue una suerte –dijo Enrique-. El camión iba por lo menos a cien por hora, el conductor había bebido de más y por eso no pudo frenar a tiempo.
            - ¿Estás bien cariño? ¿Te duele algo? –preguntó Ángela a Mayte.
            - No, mami. Nena no tene pupa.
            - Gracias a Dios. Casi no me lo puedo creer –las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos, de tanta felicidad como sentía.
            - Hemos venido un rato nada más. El doctor dice que no tienes nada grave, pero que debes descansar para recuperarte pronto. Por cierto, no te preocupes por tus padres, ya los he avisado y vendrán mañana a visitarte. Esta noche no se podía quedar nadie aquí, pero nosotros hemos convencido a la enfermera de turno para que nos permita entrar un ratito ¿verdad, nena?.
            - Sí, papi.
            - De todas formas, ya nos vamos. Nada más queríamos decirte una cosa muy importante que no debes olvidar nunca: te queremos Ángela, y siempre estaremos contigo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

UN MILAGRO (I) Y ALGUNA NUEVA

   HOLA A TODOS!!
   ANTES DE NADA, OS INVITO A QUE ECHÉIS UN OJO A UN LIBRO CUYA PORTADA HE COLGADO A LA DERECHA. SE TRATA DE "NO TOCAR", UN COMPENDIO DE RELATOS DE TERROR QUE ESTÁN ESCRITOS POR LOS COLEGAS DE UN FORO LLAMADO "EL MULTIVERSO", DONDE SE LLEVAN A CABO TALLERES LITERARIOS, SE COMPARTEN CONCURSOS Y SE PROMUEVE LA AYUDA MUTUA PARA LA MEJORA EN ESTE INGRATO ARTE DE ESCRIBIR. LOS RELATOS SON GENIALES, SI A ALGUIEN LE TIRA ESTO DEL TERROR, NO OS LO PERDÁIS.
   YO, POR MI PARTE, SIGO COSECHANDO FRACASOS, ESTA SEMANA HA CAÍDO OTRO Y YA VAN... COMO A ESTO SE UNEN OTRAS CIRCUNSTANCIAS DESFAVORABLES, ME HA PODIDO LA DESGANA, DE MODO QUE OS TRAIGO UN RELATO FANTÁSTICO QUE ESCRIBÍ EN 1994 (Y PARECE QUE FUE AYER).
   ESPERO QUE OS GUSTE.
   HASTA PRONTO
 
UN MILAGRO.
 
No todo el mundo tiene una navidad feliz. De hecho, en algunos casos resultan muy desgraciadas, como en caso de Ángela, quien a sus veintinueve años creía  haber logrado todo lo necesario para ser feliz. Siempre se puede mejorar, pero ella miraba hacia el futuro con satisfacción. Es decir, hasta unas horas antes, cuando todo cambió de forma drástica y definitiva.
            En su habitación del hospital, Ángela empezaba a recuperar la consciencia lentamente, y con ella llegaban, uno tras otro, los recuerdos. Era el día 25 de diciembre, de madrugada. Lo sabía porque todo había sucedido cuando iban de camino a casa de sus padres a celebrar la Nochebuena. ¿Iban?. Claro, ella y su marido, Enrique, junto con su hijita Mayte, de dos años. ¿Qué habría sido de ellos?. Intentó incorporarse y pulsar el botón para llamar a la enfermera, pero no tenía fuerzas. Además, debían de haberle dado algo, porque tenía la cabeza hundida en brumas, no podía pensar rápido ni con claridad, como era habitual en ella. Por si fuera poco, tenía una pierna escayolada y en alto, colgada de uno de esos armazones metálicos, lo cual hacía cualquier intento de levantarse poco menos que imposible. Trató de gritar, pero ningún sonido salió de su garganta.
            Miró a su alrededor. La cama contigua estaba vacía. Por si fuera poco, ningún familiar ni conocido estaba allí velando su descanso ¿cómo era posible eso?. Ángela era enfermera y sabía perfectamente que en estos casos se permite a un familiar pasar la noche con el enfermo para hacerle compañía y avisar si surge alguna complicación. Quizás aún no había avisado a sus parientes, o no le había dado tiempo de llegar.
            El hecho es que estaba allí, completamente sola, sin posibilidad de llamar a la enfermera, de modo que tendría que esperar a que alguien entrara en la habitación. No es que se encontrara mal, la habían sedado fuertemente, pero la inquietud y la duda se habían instalado allí con ella. Si por lo menos tuviera un compañero de habitación…
            Haciendo un esfuerzo por controlarse, decidió que lo más sensato era tranquilizarse e intentar recuperar un poco las fuerzas y el control de sí misma hasta que la enfermera de guardia viniera a cambiarle la bolsa de suero, que colgaba impasible del gotero, allí de pie como su escolta personal. De modo que cerró los ojos para calmar el torbellino que asolaba su cabeza.
            En su mente  veía lo ocurrido como una película, una imagen detrás de la otra. Todo adquiría coherencia a medida que se despejaba, los detalles iban encajando en su sitio, completando la historia.
            Los padres de Ángela les habían llamado para que pasasen las Navidades con ellos, en su casa en el campo, y como los padres de Enrique habían muerto hace años, no tenían ningún otro compromiso, de manera que llegado el día prepararon las cosas y se fueron.
            Apenas si eran las ocho de la noche, y el viaje hasta la casa de sus padres era de una media hora, más o menos, aunque ellos calcularon que tardarían más pues había estado nevando los días anteriores y el pavimento estaba mojado, con lo cual tendrían que ir un poco más despacio. Además, en fechas así, uno nunca sabe qué le espera con el tráfico, por lo cual dijeron a sus padres que no estuvieran nerviosos, que ya llegarían.
            Cuando salieron, se sorprendieron de la tranquilidad que había en la calle. A pesar de vivir en una ciudad medianamente grande, durante los primeros diez minutos apenas si se cruzaron con tres o cuatro coches.

viernes, 14 de septiembre de 2012

JACK VUELVE (XIV) Y ÚLTIMA

   BUENAS TARDES
   EN ESTA SEMANA HAN FALLADO TRES CONCURSOS... Y NADA (BUF!), ASÍ QUE NO ME APETECE EXPLAYARME DEMASIADO.
   SÓLO MENCIONAR UN PAR DE COSAS DE INTERÉS: HAY UN NUEVO MICRO EN LA PESTAÑA "PUBLICACIONES". SE TITULA "REVANCHA" Y ESTÁ ESCRITO EN CLAVE DE HUMOR, PARA VARIAR. ESPERO QUE OS GUSTE.
   EN CUANTO A JACK VUELVE, BOY A TERMINAR DE ESCRIBIRLO TRANQUILAMENTE (ME DOY UN PAR DE MESES DE PLAZO) Y CUANDO LO TENGA HARÉ UN ARCHIVO CON PORTADA, ETC (MÁS O MENOS PRESENTABLE) Y LO REGALARÉ A TODOS AQUÉLLOS QUE LO SOLICITÉIS. ESTO QUIERE DECIR QUE NOS TOCA IR DE ESTRENO EL PRÓXIMO DÍA.
   LA SEMANA QUE VIENE ME LA VOY A TOMAR DE VACACIONES, QUE YA ESTOY UN POCO AGOTADO. NUESTRA PRÓXIMA CITA SERÁ LA SEMANA SIGUIENTE, AQUÍ EN EL BLOG, COMO SIEMPRE. GRACIAS ATODOS LOS QUE SEGUÍS HABITUALMENTE ESTA PEQUEÑA AVENTURA CONMIGO.
   OS ESPERO A LA VUELTA. UN ABRAZO.
 
—Hay una cosa que puede intentarse —el inspector enarcó una ceja, gesto habitual en él que denotaba el escepticismo más puro—. De todos es conocido el hábito de la dama por rodearse de personas… digamos ajenas a su condición social. Lady Faith tiene por costumbre relacionarse y alternar con gente perteneciente a cualquier clase social. De hecho, en repetidas ocasiones se ha rumoreado el choque que esta liberal costumbre le ha ocasionado con el tradicional Sir Richard.
—Explíquese, sargento. Creo que he perdido el hilo de sus pensamientos.
—No podemos entrar en su casa a la fuerza, pero quizás ella sea tan amable de invitarnos por su propia voluntad.
—Estupendo —afirmó con sarcasmo el inspector—. ¿Y cómo piensa usted convencerla, si se me permite la pregunta?
—Dejaremos que la naturaleza actúe, claro —se volvió y, a través del cristal de la puerta, se quedó mirando al agente Hedges. El joven había sido destinado a esa comisaría apenas un par de meses antes. Se trataba de la aproximación más perfecta que Pileggi hubiera conocido al ideal de belleza griego. Era alto, atlético y fornido. De cabello y tez morenas, sus ojos enmarcaban unos llamativos ojos azules y el conjunto venía rematado por una resplandeciente e irresistible sonrisa. De todos era conocido cómo las jóvenes suspiraban por él apenas pasaba por delante de ellas. La madre naturaleza se había esforzado en crear un perfecto reclamo sexual. Sin embargo, la envoltura engañaba. El agente Hedges era suspicaz e implacable en contra de lo que su aspecto de frívolo gigoló parecía sugerir—. Simplemente acercaremos los polos opuestos y dejaremos que el magnetismo actúe ¿le parece?
El inspector Higgs había seguido, incrédulo, la mirada del sargento. Una sonrisa maquiavélica asomó a sus labios.
—Es usted sorprendente, sargento. Jamás se me hubiera ocurrido utilizar este tipo de… recurso. De todas maneras, tendremos que seguir este asunto de cerca usted y yo. El agente Hedges es competente pero joven e inexperto. Nosotros somos perros viejos en estos lares. No quiero que todo quede bajo su responsabilidad ¿me entiende?
—Por supuesto, inspector. Le mantendré informado en todo momento. Déjelo en mis manos. Si la cosa no sale como está previsto, siempre podemos echarnos atrás ¿no?