viernes, 28 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO(V) Y UNA NOTICIA CONFIRMADA

   HOLA A TODOS
   EN CIERNES YA DEL NUEVO AÑO, OS CONFIRMO LO QUE YA OS ADELANTÉ. DEL TALLER "NAVIDADES A MÍ" SE EDITARÁ UN EBOOK CON DIEZ RELATOS NAVIDEÑOS DE UN CORTE UN POCO "ESPECIAL". ENTRE ELLOS SE ENCONTRARÁ UNO CORTITO DEL MENDA, TITULADO "LA DUDA". CUANDO LO TENGA EN MI PODER, AQUELLOS QUE ESTÁIS EN MI LISTA DE CORREO LO TENDRÉIS DE FORMA GRATUITA.
   Y AHORA NOS DESPEDIMOS HASTA EL AÑO PRÓXIMO, QUE DESEO SEA MUY PRÓSPERO PARA TODOS VOSOTROS. AQUÍ OS DEJO UNA NUEVA ENTREGA DE "EL OTRO LADO".
     ¡¡FELIZ NOCHEVIEJA!!! NO OS ATRAGANTÉIS CON LAS UVAS...
 
Pensó que había escuchado algo abajo, quizás desde la cocina o el salón. Sus pies  se deslizaron sobre la tarima con lentos e imperceptibles pasos, hasta llegar a la parte superior de la escalera. En el exterior se había levantado un violento vendaval, que ululaba entre las ramas de los árboles preludiando la tormenta. El sonido en la planta baja no se había repetido, pero Laura temblaba de pies a cabeza. Se había dejado el móvil sobre la mesa de centro del salón y no podía telefonear a nadie. Se asomó ligeramente sobre la barandilla. No se veía nada anormal. La ventana del salón se encontraba abierta y las cortinas volaban con furia, como queriendo escapar de sus anillas. Sigilosamente, bajo los escalones hasta llegar al pie de la escalera.
            En su interior maldijo su costumbre innata de alarmarse por cualquier cosa. Allí no había nadie. El viento y su imaginación le habían jugado una mala pasada. Se acercó a la ventana y la cerró. Ella no se dio cuenta, pero no la dejó bien encajada.
            Se dirigió a la cocina para beber un poco de agua. El corazón seguía latiendo como una locomotora dentro de su pecho, así que se sentó para recuperar la calma. Se estaba comportando como una estúpida, pensó. Durante bastantes años había vivido sola y jamás había sufrido ese tipo de terrores. Era una mujer adulta e independiente, su carácter no era en absoluto timorato.
            Más tranquila, se dirigió de nuevo hacia las escaleras y a punto estaba de subir el primer escalón cuando un estruendo a sus espaldas, mezclado con el estallido de cristales rotos, la dejó sin respiración y congeló la sangre en sus venas. Se volvió como una tigresa, solo para comprobar que la ventana mal cerrada se había abierto de golpe y el panel de cristal había saltado en mil pedazos. Se acercó a cerrarla, pero a pesar del cuidado que puso no pudo evitar una punzada en el talón derecho.
            Tras cerrar ventana y persiana, fue al baño a curarse. Soltando improperios para sus adentros, volvió a su habitación y se calzó unas zapatillas de estar en casa.
            Cuando se giró y quedó frente al espejo, allí estaba ella. No era su imagen reflejada, el rostro y el cuerpo que Laura vio en el espejo correspondían a otra mujer.

viernes, 21 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO (IV)

   BUENAS NOCHES A TODOS:
   SEMANA QUE PRECEDE A LAS NAVIDADES, ANSIADAS POR UNOS Y ODIADAS POR OTROS, PERO QUE NO DEJAN DE SER UN REFERENTE EN EL TRANSCURSO DE UN AÑO. UN AÑO QUE SE VA CON MÁS SINSABORES QUE ALEGRÍAS, PERO SI NO SOMOS CAPACES DE CONFIAR EN EL FUTURO ¿QUÉ PINTAMOS AQUÍ?
   OS DEJO UNA ENTREGA MÁS DE "EL OTRO LADO". ESPERO QUE OS GUSTE ESTE RLATO DE INTRIGA CON SORPRESA FINAL.
   Y, HABLANDO DE SORPRESAS, PARA DESPUÉS DE REYES OS TENGO PREPARADA UNA, UN EBOOK DE CUENTOS NAVIDEÑOS CON UN TOQUE "ESPECIAL". HASTA ES POSIBLE QUE HAYA UN RELATO DEL MENDA INCLUIDO EN ÉL. A TODOS LOS QUE ESTÁIS EN MI LISTA DE CORREO OS ENVIARÉ UN EJEMPLAR GRATUITO. CONTIENE BUENOS RELATOS, GRACIOSOS UNOS, OCURRENTES TODOS ELLOS.
   YA OS LO TERMINARÉ DE CONTAR EN SU MOMENTO.
   MIENTRAS TANTO, OS DEJO CON LAS ANDANZAS DE LAURA.
 
Apenas había transcurrido un año desde la boda, cuando Jon comenzó a sentirse mal. Primero perdió el apetito, si bien hacía enormes esfuerzos por ingerir algo de alimento a instancias de Laura. Luego vinieron las náuseas, y finalmente los espasmos y la fiebre.
            Un día simplemente no se pudo levantar por la mañana. En su estado febril, no opuso mucha resistencia cuando Laura le llevó a urgencias. Tras varias pruebas, los médicos descartaron la anemia u otras afecciones peores. Cuando el doctor que se encontraba de guardia salió a hablar con ella, Laura estaba hecha un manojo de nervios. Llevaba varias horas esperando en la sala.
            —¿Qué le ocurre, doctor? Era un hombre sano y recio hasta hace poco tiempo, y sin embargo ahora… temo que algo grave le esté ocurriendo.
            —No sabemos qué puede ser —respondió el médico—, pero yo le diría que esté tranquila. Hemos descartado todas las grandes enfermedades que son comunes. Es posible que su esposo se vea afectado por algún virus desconocido, pero aún es demasiado pronto y no nos atrevemos a lanzar hipótesis sin el necesario sustento. Le tendremos en observación unos días. Mientras tanto, le hemos suministrado un sedante y un antipirético para que pueda descansar.
            —¿Puedo pasar a verle?
            —Solo un rato. Le vamos a mantener lo más aislado posible, no sabemos si se trata de algo contagioso. En su lugar yo me iría a casa, aquí tampoco puede estar con él.
            Laura se retorcía los dedos compulsivamente, angustiada.
            —Si empeora ¿me avisarán? Le dejo mi número de teléfono —aseveró mientras garabateaba sobre un trozo de papel que había sacado del bolso.
            —Por supuesto. No se preocupe. Si se estabiliza, en un par de días le trasladaremos a una habitación en planta, siempre y cuando supere las pruebas oportunas y podamos estar seguros de que no existe riesgo de contagio. Vuelva mañana y le informaremos de su evolución.
            Al llegar a casa, no se encontraba precisamente relajada. Había dejado a Jon dormido a fuerza de calmantes, pero su aspecto demacrado y su tez amarillenta habían provocado en ella una enorme inquietud.
            Se dio un largo baño de sales para intentar relajarse. Cuando se secó y se dirigió al dormitorio, se sentía ligeramente mejor. Se puso la ropa interior y un camisón y conectó el secador.
            Mientras se secaba el cabello, le pareció escuchar un ruido. Apagó el aparato y permaneció unos segundos escuchando, pero no oyó nada.
            —Debo estar sufriendo alucinaciones —murmuró para sí misma, y prosiguió con lo que estaba haciendo.
            Entonces le invadió la sensación de que no estaba sola. Sin saber porqué, notaba una presencia cercana. Era como si el aire de la habitación se hubiera vuelto pesado. Tuvo la impresión de que las partículas de polvo que siempre flotan en la atmósfera se habían detenido súbitamente.
            Dejando a un lado el secador, se levantó con la intención de inspeccionar la casa. Su mente barajaba ideas disparatadas, quizás había entrado un ladrón y no  lo había oído por el ruido. Buscó algo con lo que pudiera defenderse, pero no divisó nada contundente. Si le hubiera pillado en la cocina para armarse con un cuchillo… Al final, tomó un zapato con tacón de aguja. Pensó que bien clavado en un oído o en un ojo serviría igualmente.
            Descalza para no hacer el más mínimo sonido, se dirigió hacia la puerta de la habitación.

viernes, 14 de diciembre de 2012

CRUCE DE CAMINOS

   HOLA!!!
   ESTA SEMANA VAMOS A DEJAR DESCANSAR A LAURA Y JON (SOLO ESTA SEMANA ¿EH?) Y OS VOY A TRAER UN MICRORRELATO QUE ENVIÉ AL CONCURSO "ENTRELÍNEAS", ORGANIZADO POR METRO DE MADRID Y ESCUELA DE ESCRITORES.
   NO HA GANADO, NI SIQUIERA HA SIDO FINALISTA, PERO ES CURIOSO Y QUERÍA QUE LO VIÉSEIS. SE TRATABA DE, EN UN MÁXIMO DE 100 PALABRAS, ESCRIBIR UNA HISTORIA RELACIONADA CON EL METRO DE MADRID.
   PARA LOS QUE NO SOIS DE MADRID, OS CUENTO. ES LA HISTORIA DE DON QUIJOTE A TRAVÉS DE LAS DISTINTAS ESTACIONES: LUCERO, PUERTA DEL ÁNGEL, MAR DE CIRSTAL Y ESTRELLA. ESTA ÚLTIMA SE ENCUENTRA EN UNA LÍNEA DE METRO QUE EN EL PLANO ES DE COLOR VIOLETA. SI MIRÁIS EL PLANO DEL METRO DE MADRID, ENTENDERÉIS MEJOR LA HISTORIA.
   ESPERO QUE OS GUSTE. AQUÍ ESTÁ..
   HASTA PRONTO.
 
CRUCE DE CAMINOS
 Parecióle a Don Lucero imposible aquella encomienda, más no dudó en cabalgar sobre su alado corcel en pos de su sueño.
                Escrito estaba en el firmamento. Sus destinos habían de encontrarse. Tras atravesar la Puerta del Ángel, quedó extraviado entre miles de facetados destellos sobre el Mar de Cristal. Sofocado por la angustia, levantó el caballero la mirada y avistó un cruce de caminos.
                En llegándose a él, divisó en la lejanía, al final de una línea violeta, lo que tanto ansiaba.
                Voló raudo, sin descanso, hasta llegar a su dama.
Su amada Estrella.

viernes, 7 de diciembre de 2012

EL OTRO LADO (III)

   BUENAS TARDES A TODOS:
   ESTA SEMANA HA FALLADO ALGÚN CONCURSO EN EL QUE NO HE ENTRADO, PERO SIGO ADELANTE CON OTROS PROYECTOS QUE ME MANTIENEN OCUPADO Y DE LOS QUE IRÉIS RECIBIENDO CUMPLIDA INFORMACIÓN.
   SI QUE QUIERO DESTACAR LA PRESENCIA DE NUEVOS AMIGOS POR AQUÍ: ANA MORÁN, FRANK SPOILER, TERE ARDIZ E ISABELLE LEBAIS. TODOS HAN LLEGADO A TRAVÉS DE UNA PUBLICACIÓN QUE HIZO EN FACEBOOK RICARDO CORAZÓN DE LEÓN (MUCHAS GRACIAS AMIGO). SED TODOS BIENVENIDOS, AQUÍ HAY SITIO PARA TODO EL QUE SE SIENTA CÓMODO LEYENDO Y COMPARTIENDO IMPRESIONES, PARA ESO ESTAMOS. 
   PERDÓN POR EL TOSTÓN, YA OS DEJO CON LA TERCERA ENTREGA DE "EL OTRO LADO"
 
Al abrirse la puerta, Jon se quedó sin aliento. Ya la había visto bien arreglada y maquillada en anteriores ocasiones, pero le costaba creer que la mujer que le abrió la puerta era su Laura. No acertaba a explicarse dónde había estado oculta hasta aquel momento aquella belleza deslumbradora que tenía ante sí.
            Reaccionó y se adelantó para besarla al tiempo que pasaba una mano por detrás de su cintura, acariciando la suave curva de sus nalgas. Sin embargo, ella no respondió como de costumbre a sus caricias, ni tampoco le devolvió el beso con la pasión acostumbrada. Jon se extrañó, pero decidió pasarlo por alto.
            —¡Hola, amor! ¿Ya estás lista? Vamos con el tiempo justo. No te había visto ese vestido antes. Vas a ser el centro de atención en el restaurante. Jamás había contemplado una mujer tan bella. Y menos aún la había tenido entre mis brazos —guiñó un ojo, palmeando ligeramente el trasero de ella.
            Si Laura captó el chiste, no mostró evidencia alguna de ello.
            —Dame cinco minutos, necesito unos retoques. En seguida estoy contigo.
            Él no acertó a comprender cuáles eran los retoques que necesitaba, pero las mujeres siempre necesitaban un último retoque, así que sentó pacientemente en el sofá a esperar.
            Cuando la vio bajar por las escaleras, ni la mismísima Cleopatra la hubiera igualado. La que descendía los peldaños era una auténtica diosa. El ceñido vestido carmesí venía enmarcado por unos zapatos con tacón de aguja de un suave color crema y un chal de muselina del mismo color, acompañado por un pequeño bolso de mano a juego. El moreno cabello estaba recogido en un moño alto y el maquillaje realzaba sus facciones mediterráneas deliciosamente. Por un momento Jon se sintió insignificante al lado de aquel prodigio de la naturaleza. Un único detalle desentonaba con el conjunto: ni siquiera el maquillaje podía esconder la intensa palidez de Laura. Jon salió de aquella ensoñación bruscamente. Aquella no podía ser su novia, no la reconocía. Algo anormal estaba ocurriendo. Se puso en pie en el mismo instante en que ella llegaba al último escalón.
            —¿Te encuentras bien, cari? —siempre la llamaba así—. Te veo un poco… no sé cómo explicarlo… desmejorada. «Distante. Esa es la palabra. Como si tuviera la mente en otra parte» pensó Jon, mirándola de arriba abajo.
            —Por supuesto que estoy bien, qué tonterías dices —respondió ella, y un instante después el rictus que Jon viera había desaparecido de su rostro, dejando en un lugar una tierna sonrisa—. Anda, vamos a disfrutar de esa romántica velada —dijo mientras le colocaba la pajarita y le devolvía el cachete en el culo—. Intuyo que va  a ser muy especial.
            Laura estaba en lo cierto. La cena fue inolvidable, anillo incluido. Y el postre también.