viernes, 24 de agosto de 2012

JACK VUELVE (XI) Y UNA COSA PRECIOSA DE VERDAD

   BUENAS TARDES
   DESPUÉS DEL EXTRAÑO INCIDENTE DE LA SEMANA PASADA, VOLVEMOS CON JACK VUELVE Y CON UNA JOYA QUE HE SACADO DE FACEBOOK ESTA MAÑANA. OS RECOMIENDO QUE LO VEÁIS (Y ESCUCHÉIS) ENTERO. TE HACE VIBRAR POR DENTRO. ASOMBROSO, DE VERDAD.
 
 
   Y , SIN MÁS DILACIÓN VAMOS A VER QUÉ PASA CON FAITH ESTA SEMANA...
 
- ¿Es que no me escuchas? ¡La policía no sabe nada! Están dando palos de ciego en busca de alguna pista sobre la identidad del asesino, y la única persona que puede ayudarlos soy yo… si vivo para contarlo.
- ¡Oh, vaya! En ese caso nos encargaremos de que no estés sola ni un minuto al cabo del día. Déjame a mí esa parte, ya verás cómo pasado un tiempo tus temores desaparecen. Además de tu padre, estamos James y yo, y la servidumbre…
- Gracias por venir, Constance –Faith dedicó una lánguida sonrisa a su amiga-. No sé cómo es posible que todo esto haya ocurrido, pero te agradezco la compañía y los ánimos, aunque no me consuelen mucho.
- ¿Qué otra cosa podía hacer, tonta? ¿Para qué están los amigos? Dentro de una temporada todo esto te parecerá mentira, créeme. Las nubes negras pasarán y el cielo volverá a ser azul. Por cierto, esas nubes amenazan tormenta –dijo, elevando la vista hacia el cielo-. Será mejor que entremos.
 El cielo, encapotado, se fue oscureciendo progresivamente. Se levantó uno de esos vientos veraniegos cargados de humedad y de electricidad estática, que arrastran el polvo, las hojas y las pajas que el calor deposita cuidadosamente hora tras hora.
Apenas hubieron acabado de cenar, estalló el aguacero. Los relámpagos cruzaban el firmamento bañándolo todo en una cegadora luz que hacía que volviese el día durante un par de segundos para luego volver a sembrarlo todo de negrura. Se dispusieron a cerrar puertas y ventanas y se aseguraron las contraventanas en sus soportes para que no golpearan a causa del viento.
—Acompáñame al piso superior, Constance —Sir Richard ya subía los primeros peldaños de la amplia escalera que partía del hall—. Tú, Faith, querida, puedes ocuparte de la planta baja junto con la servidumbre. Cerrad bien todas las ventanas o la casa se anegará de agua. Frances —se dirigió a una de las doncellas—, cuida de que el fuego de la chimenea no se apague. Ve al cobertizo y trae más leña, si es preciso.
Todos se distribuyeron con presteza para ir cerrando los postigos de los grandes ventanales. Faith se dirigió al gran salón. Cuando ya había acabado la mitad de la tares, una ráfaga de viento derribó el retrato de su madre que descansaba sobre un regio aparador.
—¡Oh, vaya! Al final saldremos todos volando…
Sin perder ni un segundo, corrió a ponerlo de nuevo de pie. Un relámpago iluminó la habitación. El espejo que estaba colgado encima reflejó una silueta contra el perfil de una ventana situada frente a él. Una silueta masculina.
“Hola, querida. Volvemos a vernos”
Faith se volvió, con el corazón a punto de salir por la boca, apoyada contra el mueble.
—¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
El hombre entró en la casa de un salto, por encima de la poyata de la ventana. Era alto, de constitución más bien delgada. Vestía de forma elegante, chaleco y chaqueta con un pajarita. Su rostro, inicialmente oculto por el contraluz, se dibujó perfectamente a la luz de un nuevo relámpago. De nariz afilada y facciones angulosas, dos rasgos destacaban en aquella cara. El primero, una enorme cicatriz que comenzaba en la parte alta del pómulo izquierdo y llegaba hasta la barbilla. El segundo, unos insondables ojos oscuros que irradiaban maldad y odio. Faith no pudo evitar sentirse invadida por un terror nunca antes experimentado. Por un momento pensó en gritar para alertar a todo el mundo, pero él la contuvo.
“Ni se te ocurra. Sabes que no te conviene”

3 comentarios:

  1. ¡Ves???. Hay amigos que son "rentables", como Constance y Faith, que tb están dispuestas para lo malo.
    Y el tercero en discordia es la maldad. que por suerte o por desgracia, siempre está presente.
    A ver que nos depara el personaje negro.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Creo que en el perfil del grandullón, por unas cosas o por otras..........nos hemos visto reflejados unos cuantos de todas las épocas............

    ResponderEliminar
  3. De verdad se me ahn saltado las lágrimas cuando la gente se ha puesto a gritar...¡qué emotivo!
    Respecto a Jack vuelve... una sorpresa detrás de otra (espero)
    Un abrazo, Lía

    ResponderEliminar