viernes, 21 de febrero de 2014

SOMBRAS (XV)

   HOLA, HOLA, HOLA!!!
   DESPUÉS DE LA RESACA DE LA SEMANA PASADA, Y LOS ALTIBAJOS DE LAS SELECCIONES (SÍ, NO Y...TAMPOCO), ESTA SEMANA RETOMAMOS EL HILO CON LORRAINE Y SUS "SOMBRAS". COMO PODÉIS VER, HE CAMBIADO LA APARIENCIA DEL BLOG PARA FAVORECER SU LECTURA, MI AMIGA RAELANA DSAGAN ME DIJO QUE CON LA FOTO DEL BOSQUE COSTABA VER LO ESCRITO, ASÍ QUE LO HE OSCURECIDO TODO PARA QUE EL CONTRASTE SEA MEJOR.
   POR FIN SE DESVELÓ LA NUEVA PORTADA DE "MOLOBO". A MÍ ME GUSTABA MÁS LA ANTERIOR. SEGÚN ME HAN EXPLICADO ESTA LA ENCARGARON PARA "CELEBRAR" EL HABER LLEGADO CON LA NOVELA A UNA TERCERA TIRADA. AHORA SOLO FALTA QUE EL PÚBLICO, O SEA VOSOTROS, VAYÁIS HACIENDO FUNCIONAR ESE MÉTODO INFALIBLE LLAMADO "BOCA-OREJA", Y RECOMENDÉIS LA NOVELA, LA REGALÉIS CUANDO TENGÁIS QUE COMPRAR ALGO PARA UN CUMPLEAÑOS... EN FIN, LA ÚNICAS MANERA QUE TENEMOS LOS ESCRITORES DE MEDIO PELO DE PROMOCIONARNOS A FALTA DE PRESUPUESTO POR PARTE DE LA EDITORIAL.
   OS DEJO AQUÍ LA PORTADA PARA QUE LA VEÁIS. DESPUÉS TENÉIS UN NUEVO COTRE DE "SOMBRAS". A DISFRUTARLO. NOS VEMOS EL VIERNES PRÓXIMO.



Cuando accionó el interruptor de la cocina quedó paralizada. Allí estaba Sarah, sentada a la mesa como si estuviera esperando que le pusieran la cena delante. La pequeña fantasma no pareció percatarse de la presencia de Lorraine. El vestido que Sarah lucía era el mismo que en las anteriores ocasiones, con la diferencia de que ahora se veía nuevo, no sucio y rasgado como antes. Su cabello estaba pulcramente peinado y recogido en un par de trenzas que colgaban por su espalda. Su mirada atenta se dirigía hacia el otro lado de la cocina. Lorraine siguió la dirección de los ojos de Sarah y se encontró con que allí también había una mujer, que faenaba con los cacharros mientras preparaba algo. Lorraine contempló incrédula la sartén y el fogón que no eran reales. Pensó que estaba contemplando un holograma, algo así como una proyección de cine con apariencia tridimensional. Y todo tenía un aspecto tan real que Lorraine tuvo la sensación de que podía tocarlas, sentir su tacto y hasta oler la comida que la mujer, obviamente la madre de Sarah, estaba preparando. Sin embargo, no tenía intención de hacer nada semejante, sabía que allí no había nadie cocinando en la realidad.
—Así que la vecina vino a traer un pastel mientras he faltado de casa —decía la madre de Sarah—. Eso es estupendo, comeremos un trozo para el postre y luego por la tarde me acercaré a su casa para agradecerle el detalle de bienvenida. Siempre es duro adaptarse a una nueva vida, y aún no conocemos a nadie en el vecindario.
—Era muy simpática, mamá —apostilló Sarah—. Una anciana muy agradable. Bajita y con un moño muy gracioso. Te caerá bien, ya lo verás.
Lorraine experimentó un desagradable deja vú. La anciana con la tarta de bienvenida… ¡Tajima! El corazón se le encogió. ¡No podía ser! ¡Tenía que avisarlas, ponerlas sobre aviso del peligro que corrían!
—¡No comáis del pastel! —exclamó sin poder contenerse, dando un paso adelante hacia la escena que se desarrollaba frente a ella— ¡No lo hagáis!
Ninguna de las dos mostró evidencia alguna de haberse percatado de la presencia de Lorraine. Esta se dio cuenta de que cualquier cosa que intentase sería inútil, sabía que ambas estaban muertas y eso no tenía marcha atrás. Decidió esperar a que la visión terminase. Estaba claro que todo estaba ocurriendo por algún motivo, aquellos seres, o lo que fuesen, estaba allí por algún motivo. Lorraine supuso que intentaban avisarla, replicaban su comportamiento en vida para hacerle saber qué había pasado. O quizás lo que intentaban transmitirle era la manera de evitar el peligro que las amenazaba a ella y a su madre. Ahora estaba segura de que ese peligro era real. No se trataba solo de que pudiera ver aquellos espíritus, sino de que los veía porque ellos así lo deseaban, se le mostraban para dejarle algún tipo de mensaje o secreto. Permaneció junto a la puerta, no tenía sentido intervenir de nuevo.
La madre de Sarah volcó el contenido de la sartén en los platos que había encima de la mesa. Justo entonces la puerta trasera, la que comunicaba la cocina con el patio trasero se abrió de par en par con enorme estruendo. Lorraine temió que su madre se despertara con el estruendo, pero luego cayó en la cuenta de que solo ella podía escucharlo, su madre era incapaz de oír nada.
Madre e hija se sobresaltaron. Sarah volvió la cabeza y miró a Lorraine. ¡Podía verla! Lorraine iba a decir algo pero entonces Sarah la hizo callar llevándose un dedo a la boca, en un gesto muy elocuente que ella entendió a la perfección. La escena estaba preparada para que ella, Lorraine, presenciara algo. Y ese algo estaba a punto de ocurrir.
 

4 comentarios:

  1. Cada vez me dejas con más intriga ijiji.
    Qué facilidad de hacerme enganchar con tus historias Vidal, son muy buenas. Y esta de los fantasmas, ideal paea leerla como ahora lo hice yo, de madrugada. Iji
    Un beso , hasta la próxima!

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    1. De eso se trata, Kary, de que volváis la semana que viene. Celebro que te guste la historia. Habrá que ir pensando en acabarla ¿no te parece?
      Besos ;)

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  2. Buen capítulo o fragmento. Muy bueno. Yo sigo leyendo.

    Un abrazo.

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    1. Ya no falta mucho para el final. Espero que os guste. Igual decido ampliarlo a algo más... novela, jaja!!!

      Un abrazo.

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