viernes, 14 de marzo de 2014

SOMBRAS (XVIII)

   BUENOS VIERNES:
   ESTA SEMANA VAMOS A TENER UN POCO MENOS DE "SOMBRAS", PORQUE LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO SE LO LLEVÓ "JACK", DE LA CUAL YA SE VISLUMBRA EL FINAL. ESO NO QUIERE DECIR QUE SE VAYA A PUBLICAR EN BREVE, EL PROCESO AHORA ES LARGO Y ABURRIDO, PERO CONFÍO EN QUE A MEDIO PLAZO PODÁIS DISPONER DE ESE BEST SELLER (JAJA) EN VUESTRAS MANOS. AL MENOS YO ESPERO TENERLO EN LAS MÍAS.
   A DISFRUTAR DE LAS DESVENTURAS DE LA PEQUEÑA LORRAINE.
   HASTA PRONTO.

 Sin dejar de temblar, se acercó al fregadero y bebió un vaso de agua. Todo se hallaba en silencio, en la más apacible tranquilidad. Nadie hubiera creído lo que acababa de contemplar allí mismo, unos instantes antes.
Cuando hubo recuperado la serenidad apagó la luz y volvió a subir las escaleras con la intención de volver a su habitación. Cerró la puerta tras de sí y a punto estaba de meterse en la cama cuando una voz sonó a sus espaldas.
—¿Lo entiendes ahora, Lorraine?
Ella se volvió. Era Sarah, allí de pie junto a la puerta del armario.
—Ahora ya sé lo que os ocurrió a ti y a tu familia. Supongo que intentáis decirme que nos vayamos de aquí, que si esa mujer fue capaz de cometer un crimen una vez puede volver a hacerlos y nosotras somos unas víctimas ideales ¿me equivoco?
—No te equivocas, pero tampoco estás del todo en lo cierto. Tajima cometió un terrible crimen, era una persona malvada y ahora su alma no conoce descanso.
Lorraine pestañeó dos veces. Había oído perfectamente.
—¿Era?
—Claro, ella también murió. No es ninguna vecina vuestra. Nosotros permanecemos aquí para evitar que siga haciéndolo, que siga matando. No parará hasta que alguien la detenga. Mientras tanto nuestros espíritus seguirán atados a esta casa. Ella aún no se ha ido.
—¿Y cómo voy a convencer a mi madre de que hemos de marcharnos si ella no puede veros?
Sarah dio un paso adelante.
—Las cosas pueden cambiar, Lorraine. Eso es lo que he venido a decirte. Debes estar preparada cuando llegue el momento. Haremos lo que podamos para yudarte, pero debes ser tú la que haga frente a la situación. Si no os marcháis, no te quedará otro remedio.
Lorraine se enfadó. Ya estaba harta de esa historia. Ella no había pedido ver ningún fantasma, ni hacerse cargo de ninguna responsabilidad. ¿Quién les había dicho que estaría dispuesta a cumplir ninguna misión?¿Con qué autoridad la hacían a  ella responsable de nada? Solo era una niña. Ni más ni menos. Una niña que debería estar pensando en qué ponerse para ir al cole en lugar de espantar fantasmas asesinos.
—No lo haré. No me enfrentaré a ella ni a nadie. Intentaré convencer a mamá de que nos marchemos. No quiero volver a verte, ni a ti ni a tu familia. Dejadme en paz.
Sarah pareció entristecerse un poco ante las palabras de Lorraine.
—No es tu elección, Lorraine. No lo olvides.
Aquella noche, Lorraine durmió en la cama de su madre.

4 comentarios:

  1. Uyyyyyy pensé que ya estaba el final jaja.
    Seguiremos esperando!!!
    Besoosss

    ResponderEliminar
  2. Está interesante y se lee con gusto.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo celebro, Mar. Sé bienvenida al blog, espero que te resulte entretenido.
      Saludos!!!

      Eliminar
  3. Sigo leyendo, Vidal, que ya debe estar cercano el final de este interesante relato.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar