viernes, 22 de junio de 2012

JACK VUELVE (IV)

   BUENAS TARDES

   ESTA SEMANA HE MODIFICADO EL MENÚ SUPERIOR DEL BLOG PARA HACER SITIO A LAS PUBLICACIONES QUE VAYAN SURGIENDO, Y TAMBIÉN HE AÑADIDO LOS ÚLTIMOS MICRORRELATOS PRESENTADOS Y COLGADOS EN VARIOS CONCURSOS PARA NO TENER QUE PONER LOS ENLACES CONTINUAMENTE, ESTÁN EN LA PESTAÑA "RELATOS CORTOS".

   AHORA OS DEJO CON "JACK VUELVE"

   HASTA PRONTO

Cuando salió a la calle, el bullicio de coches y gente le hizo detenerse unos segundos.  Una vez recompuesta, siguió su camino apretando el paso. Estaba impaciente por llegar a casa de su amiga para refrescarse, una especie de desasosiego inexplicable se apoderaba de ella más y más a cada instante. Cuando cruzó por delante de un estrecho y oscuro callejón, sintió un pálpito que frenó en seco su marcha.
Un olor nauseabundo emanaba del angosto pasadizo. Olía a basura y podredumbre, a orines y sudor rancios. Faith sabía que esos lugares servían de cobijo a vagabundos y maleantes, pero a pesar de que su parte racional tiraba de ella para que se alejase de allí, algo la impedía moverse de donde estaba, parada como un pasmarote.
Intentó aguzar la vista. En la penumbra, apenas si llegaba a divisar el fondo del callejón. Un montón de cajas y basura variada se interponían en un rosario sin fin que se perdía en un fondo oscuro.
“Ven conmigo. Te espero impaciente”.
Faith sintió que le faltaba el aire. No acertaba a decir si realmente había escuchado aquella voz o sólo la había imaginado. Había sonado como una voz masculina, áspera, carente de toda emoción. Había sido cuestión de un segundo. En el callejón no se apreciaba movimiento alguno.
“Vamos, ¿qué esperas?”
Miró a los lados. El tropel humano seguía su curso, indiferente a aquella elegante muchacha asomada a una bocacalle. Pero la voz había sido real, no un producto de su imaginación.
- ¿Hay alguien ahí? Responda, por favor.
Nada. El silencio fue la única réplica. Faith lo intentó de nuevo.
- ¿Hola? ¿Me oye, quien quiera que sea?
Una ráfaga de viento aleteó entre las ropas y entre el cabello de Faith. Un viento frío que no se correspondía con la temperatura de la tarde, más bien suave. Un escalofrío se abrió paso por la espalda de Faith. En ese momento tuvo la certeza de algo no marchaba bien. Sentía una fuerza que tiraba de ella en dirección al fondo de aquella oscuridad. Ella trataba de resistirse, de dar media vuelta y correr hasta quedar sin aliento, alejarse lo más rápido posible, pero muy dentro de sí supo que no tenía opción, que era como una hoja a merced de un temporal.
Dio un paso adelante. Su corazón quería escapar de su pecho.
“Eso es. Muy bien. Un poco más”
La cabeza le daba vueltas. Vete, Faith, se dijo. Es fácil, sólo tienes que girar sobre tus talones y salir de aquí como alma que lleva el diablo. ¡No te adentres más! ¡Te arrepentirás! ¡Estás loca! ¡Sal de este apestoso lugar ahora mismo!
Convulsionada por la contradicción que bullía en su interior, se tambaleó como si estuviera a punto de caer. Después volvió a recuperar el equilibrio. La duda había desaparecido de sus ojos. Con una expresión decidida en la mirada, siguió adelante.
Hacia la negrura.

2 comentarios:

  1. No se como no te han`publicado ya algo en condiciones.
    Lo que escribes cumple con todas las normas y reglas escritas. Y la manera de redactar que tienes, a mí me gusta muchísmo.
    No es por alabar a nadie pero está perfectamente coordinado toda la trama de la novela.
    Un abrazo.

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  2. Al final caerá, digo yo. Tanto va el cántaro a la fuente...
    Un abrazo, Lía, y gracias por los ánimos.

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