viernes, 26 de julio de 2013

JACK VUELVE XXXIV

   HOLA A TODOS
   AQUÍ ESTOY DE NUEVO, ANTES DE LAS VACACIONES QUE TAMBIÉN DARÉ AL BLOG DENTRO DE NAS SEMANAS. PARA LOS QUE NO ESTÁIS EN MI LISTA DE CORREO, OS CUENTO QUE QUEDÉ FINALISTA EN EL CONCURSO "LEYENDAS DE LÁCENOR", ORGANIZADO POR DLOREAN EDICIONES, PERO AL FINAL NO GANÉ EL CONCURSO... LÁSTIMA.
   SIN EMBARGO, OS RECOMIENDO NO PERDER DE VISTA EL BLOG, PRESIENTO QUE ALGO CHULO SE AVECINA, Y NO SOY MÉDIUM... JEJEJE
   FELIZ SEMANA A TODOS
 
Constance se había serenado un poco durante el relato de Alfred. Él le había contado la historia que justificaba su presencia cerca de Faith, y también se había sincerado acerca de los sentimientos que habían surgido entre ambos.
            —Sinceramente, Alfred —le interrumpió, mientras él seguía hilvanando su historia con la mirada baja—, yo diría que has escogido el peor de los caminos para llegar hasta Faith. Dudo mucho que ella se tome a bien la verdad sobre todo este asunto, porque se la vas a explicar ¿no es así?
            —Por supuesto —aseveró Alfred—. En realidad, no fue idea mía el vigilar a Faith de cerca. Fueron mis superiores los que pensaron que yo podría llevar a cabo esta investigación y de esta manera. Las cosas no han salido como estaba previsto, pero estoy absolutamente convencido de la inocencia de Faith.
            —¡Por supuesto que es inocente! ¿Quién podría suponer que una dama perteneciente a la nobleza británica es una asesina sangrienta y despiadada?
            —Te sorprendería saber lo que la gente es capaz de hacer, mi querida Constance. Y la clase social no tiene nada que ver en ello.
            —Créeme, hay maneras más sutiles de deshacerse del servicio doméstico, aún suponiendo que esa hubiera sido la intención de Faith, lo cual no era cierto. Ella estimaba muchísimo a Daisy, por encima de su relación señora-sirvienta. La consideraba algo así como su hermana menor. Para Faith, la experiencia fue tremendamente traumática. Entre eso y lo de la sesión de espiritismo, llegué a pensar que la perderíamos…
            Alfred no pudo reprimir la expresión de sorpresa que asomó a su rostro.
            —¿La sesión de espiritismo?¿De qué estás hablando? En el informe policial no habla nada de ninguna sesión de espiritismo. ¿Acaso Faith practicaba algún tipo de ritual o estaba relacionada con algún tipo de grupo… o secta? Eso es una información muy relevante, Constance. Ocultarla puede ser considerado como…
            —¡Oh, Alfred, por Dios!¡Deja ya de jugar a detectives! No tiene nada que ver con el asesinato de esa chica. Tan solo fue un juego entre jóvenes aburridos. Contratamos una médium y nos reunimos unos amigos para pasar una velada. Algo así como una aventura misteriosa. Faith no quería venir. Tuve que convencerla para que me acompañara e hiciera de carabina. Ni ella ni yo creemos en esas cosas. Yo únicamente pretendía buscar una oportunidad para acercarme a… a Percy. Ahora que lo pienso me doy cuenta de lo estúpida que he sido.
            La cabeza de Alfred giraba y giraba. Algo le decía que estaba a punto de recibir una información muy valiosa. Una información que había estado delante de sus narices todo ese tiempo y que, sin embargo, no había podido ver. ¿Por qué nadie había mencionado antes nada acerca de aquel suceso? ¿No habían estado todos allí presentes? Algo se le escapaba, tenía la sensación de que estaba a punto de atar el cabo suelto, pero…
            —Hay algo más ¿verdad? Tan solo fue un juego pero ahí no acaba todo. Eso es lo que estabas a punto de decirme.
            —No, bueno, sí. En realidad, ocurrió algo que nadie había previsto. Yo pensaba que se trataba de una estafadora, pero parece ser que la médium poseía verdaderos poderes. La situación se descontroló y nos quedamos allí encerrados durante apenas un minuto. Si no hubiera estado presente no lo hubiera creído, sin embargo…
            –Sin embargo ¿qué? Constance, lo que me estás diciendo puede ser la pista que nos falta en este caso ¿qué ocurrió en esa reunión?
            —Te juro que lo que voy a contarte es cierto, Alfred. No lo tomes a la ligera. En aquella habitación hubo alguien más, quiero decir una presencia, un espíritu o como quieras llamarlo. Fueron apenas unos segundos, pero yo también lo sentí. Las cosas empezaron a volar por los aires y al final hubo un terrible accidente. La médium… ella… resultó herida por uno de los objetos que salieron volando y murió. Allí, delante de nuestros ojos.
            —¿Murió? ¿Me estás diciendo que una persona murió y a ninguno se le ha ocurrido mencionar nada durante todos estos meses? ¿Estáis todos locos?
            Constance le miró con una mezcla de arrepentimiento y aversión por la ofensa.
            —No hemos mencionado nada porque aquello supuso una dura experiencia para todos. Especialmente para Faith.
            Alfred no daba crédito a lo que estaba escuchando.
            —¿Por qué, Constance? ¿Por qué para Faith? Te ruego que acabes con la historia de una vez.
            —Después de aquello, Faith permaneció enferma durante mucho tiempo. Ella estaba junto a Therese, la médium, cuando esta expiró su último aliento. Dijo algo horrible, premonitorio. Algo que impresionó a Faith sobremanera.
            Se detuvo unos momentos, como si su mente se negara a revivir la experiencia. Alfred pensó que no iba a seguir.
            —¡Adelante, no te detengas!
            Ella clavó sus ojos verdes en él. Su mirada era vidriosa, impersonal.
            —Dijo algo así como que “él” había vuelto. Faith refirió algo acerca de Jack, pero no le dimos importancia. En aquel momento estábamos tan alterados que cualquier cosa nos hubiera parecido normal.
            —¡Dios mío, Constance! Hemos de volver a la comisaría ahora mismo. Y  luego iremos a casa de Faith. Creo que ya sé lo que ocurre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario